La portada del periódico Metro lo definió perfecto “Vestida… para tortear”. Si no te acuerdas de él, aquí va la historia: El año pasado la policía agarró a un tipo llamado David Mondragón –feo como pegarle a tu abuelita- que se vestía de mujer para poder meterse a los vagones del Metro de uso exclusivo para mujeres. Ya adentro, aplicaba la de “compermisito, compermisito” para poder toquetear señoras.


Su disfraz era tan malo que era imposible no reconocer que era hombre. Digo, hay quienes le echan ganitas al menos para esas cuestiones. O no…

Pues gracias a lo buena que es la justicia en el DF, este compadre está libre y listo para poder seguir siendo el mejor imitador de Alfonso Zayas y el Caballo Rojas. Un juez federal le dio un amparo al considerar que no existieron elementos para sostener las acusaciones.

Eso a pesar de que fue detenido en la estación Tacuba por un policía que lo sorprendió justo cuando forcejeaba con una chica de 29, a quien le estaba diciendo “chiquitita”. Así que chicas, la próxima ocasión que suban a un vagón, tengan cuidado con la señora horrible que está a su lado. Tal vez no sea señora.