Investigadores de la Universidad de Hertfordshire, Reino Unido, dirigidos por el profesor Richard Wiseman, desarrollaron el primer experimento psicológico basado en nuevas tecnologías, concretamente en la red social Twitter. El experimento consistía en enviar a aquellos que aseguraban tener esta clase de poderes, varias fotos tomadas en distintos lugares y pedirles que identificaran el lugar en donde la foto había sido tomada, pero ninguno acertó. La conclusión fue que estos poderes paranormales son un pensamiento creativo en el que son los sujetos los responsables de crear ilusiones en su cerebro.