La peluquería Excélsior conserva su imagen de toda la vida en los sillones, la máquina de agua caliente, los espejos y la fachada, así que cuando entras sientes que el tiempo se ha detenido, sin embargo, ha cambiado la clientela de esta peluquería que es una referencia obligada de la colonia Condesa y de las peluquerías tradicionales.

Faustino Álvarez Orozco, quien junto con su hermano Casto son los dueños, nos cuenta que el paso del tiempo se nota en la gente que viene ahora, porque, dice, “antes teníamos muchos clientes israelitas y todos se fueron para Tecamachalco, Interlomas o Santa Fe; ahora en la colonia hay muchos italianos y argentinos”.

Dueño de un carácter ligero y risa fácil, Faustino platica que sus clientes vienen a arreglarse el pelo, el bigote o la barba, lo que se entiende pues como todos sabemos hoy se usa dejarse la barba larga y el pelo corto.

La moda los afectó

Y hablando de cambios, este hombre que lleva cerca de 60 años dedicado a la peluquería, dice que en los años 70 vivieron una gran crisis, pues la moda impuso el uso de la barba y la cabellera largas, así que el trabajo escaseó tanto que tuvieron que sobrevivir de otras entradas. Él, por ejemplo, compraba y vendía autos, pues la peluquería no dejaba más que para la renta del local.

También recuerda que el 85 cambió las cosas, porque, aunque la Condesa no sufrió tantos daños, el miedo de la gente ante lo que le pasó a la vecina colonia Roma hizo que muchos inmuebles se vendieran a precios más bajos y con facilidades, situación que los benefició a ellos porque les dio la posibilidad de comprar el local y un departamento en el mismo edificio.

Prestigio bien ganado

Dice Faustino que a la Excélsior han venido algunos famosos, como el actor Julio Bracho, y el entrenador que guió a la selección nacional de futbol en sus primeros pasos por las justas internacionales, Nacho Trelles, quien está por cumplir un siglo de vida. “Aunque en andadera, don Nacho viene con nosotros desde que se retiró, y un día que no pudo venir yo fui a atenderlo en su casa, acá en la San Miguel Chapultepec”, comenta.

También del mundo del futbol venía Ricardo Peláez, con su papá y sus hermanos, y el entrenador José Antonio Roca, quien fue su cliente durante unos 20 años. Dice que otro que ha sido su cliente por muchos años es el ex rector de la UNAM José Narro, así como el ex secretario de gobierno de la Ciudad, Héctor Serrano; el procurador de Justicia del Distrito federal Rodolfo Ríos Garza y quien ocupara ese mismo cargo en la administración de López Obrador, Bernardo Bátiz.

El encuentro con el destino

Faustino llegó al Distrito Federal importado de su natal Villa Victoria, Estado de México, un pueblo que se ubica hacia Zitácuaro, Michoacán, en busca de un trabajo “de lo que fuera”, pero ya tenía trazado su camino, pues cuando sus familiares lo recomendaron con un peluquero, lo pusieron en lo que sería su oficio de toda la vida.

¿Fue casualidad?

Faustino cuenta que el dueño de una de las pocas peluquerías donde trabajó antes de entrar a la Excélsior “me corrió porque llegué a tener más clientes que él, lo que no soportó”, dice, y soltando una risa discreta pero abierta hace una pregunta ¿pero qué cree? “Yo había leído mi horóscopo en la mañana y decía que me iban a correr de la chamba a las 12:00 y se cumplió, a las 12:00 en punto el patrón me pidió que me fuera”, dice y suelta una carcajada.

La historia

Faustino empezó a trabajar en la Excélsior en 1959 y nunca más salió de ahí, incluso cuando el dueño la cambió de local se fue con ella, a donde permanece hasta hoy. En 1962 llegaron sus hermanos a la capital y empezaron a trabajar con él en la Excélsior, por la que pagaron 60 mil pesotes de aquellos, que era una lana para ese 1967. Lo demás ya es historia.

Cómo y a qué hora caerle

La peluquería Excélsior está en la esquina de Atlixco y Campeche, en la Condesa. Puedes llegar por la estación del Metro Patriotismo o Juanacatlán, caminas por la calle Francisco Márquez y sigues por la continuación que es Campeche, no hay pierde. Está abierta de lunes a viernes de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche y los sábados de 8:00 a 5:00 ó 6:00 de la tarde. El teléfono es 5286 2727.

¿A poco no suena bien visitar una peluquería de esas que ya casi no hay?

También checa:

Casas embrujadas en el DF

Trucos para dominar Netflix like a boss

El negocio de compra-venta de calzones usados