Entre más pasa el tiempo, más se necesitan ceremonias como los Golden Globe Awards.

¿Por qué? Porque hay tantos contenidos en la industria del entretenimientos y tan poco tiempo para verlos todos que sólo así nos podemos dar cuenta de cuáles valen la pena y cuáles no.

La bronca es que los Golden Globe Awards no son una ceremonia diseñada para las necesidades del siglo XXI y, por lo mismo, arrastra todos los vicios de esto que se ha dado en llamar “temporada de premios”.

¿Y cuáles son esos vicios? Desde la obsolescencia de ese formato tan impráctico de tener a las estrellas apeñuscadas en mesitas que atentan contra el lenguaje televisivo hasta el tema de las categorías.

Hace 30 años a todo el mundo le quedaba claro qué era una película cómica, qué era una miniserie y qué era una serie de drama.Hoy, con este maravilloso momento de fusión por el que estamos pasando, ¿quién en su sano juicio puede creer que “Birdman”es comedia?

¿Quién se puede tragar ese cuento de que “True Detectivees una miniserie?

Bueno, ya, el colmo, ¿cómo es posible que dos esquemas tan diferentes como el del humor y el de los musicales compitan juntos?¿Cómo es posible que algo tan evidentemente distinto como una miniserie y una película especial para televisión formen parte de una misma terna?

No nos hagamos tontos, esto es un negocio millonario que combina la promoción con el sensacionalismo, el glamour y la polémica.

Promoción porque en la mayoría de los casos se trata de títulos que sólo han sido vistos por un puñado de críticos que sumando su euforia con la de los Golden Globe Awards, consigue el milagro.

¿De qué? De que la gente de los países ricos vaya a los cines o de que contrate plataformas especiales para ver espectáculos en pleno invierno, cuando el mal clima impide muchas cosas.

¿A qué me refiero cuando hablo de sensacionalismo? A que los criterios de premiación aquí, como en la mayoría de estas ceremonias, buscan los temas extremos.

¿A usted se le hace casualidad, por ejemplo, que algunos de los ganadores del Golden Globe de esta edición hayan tenido que ver con violaciones (Joanne Froggatt), homosexualidad (Matt Bomer) o virginidad (Gina Rodríguez)?

Sí, es muy rico ver a todas esas celebridades con esa ropa, con esas joyas y en ese ambiente, pero en esta clase de fiestas si no se hace ruido, no hay ganancias.Por eso se hizo escarnio, hasta el hartazgo, de la postura de algunas instancias de Corea del Norte alrededor de la película “The Interview”.

Por eso se metió el “Todos somos Charlie”. Por eso el mensaje político de darle el premio de mejor canción a “Glory”. ¡Por eso la “photobomb” contra la “selfie” del Oscar!

Los Golden Globe Awards de este año fueron una fiesta sin sorpresas, equilibrada.

En el caso concreto de la televisión, hubo premios para las grandes cadenas abiertas como CBS (“Jane the Virgin”), para los canales de paga como FX (“Fargo”), para los sistemas en línea como Amazon (“Transparent”) y hasta para la televisión pública como PBS (“Downton Abbey”).

La prioridad la tuvieron los proyectos y los nombres nuevos, como “The Affair” y Maggie Gyllenhaal.

Pero también los conocidos de siempre, ese grupo de títulos y personas “mainstream” indispensable en todas las entregas de trofeos que incluye nombres como “House of Cards” y George Clooney.Todas, producciones maravillosas. Todos, personajes masculinos o femeninos de un poder indiscutible.

En el caso mexicano por supuesto que muchas personas estamos de fiesta por los triunfos de Alejandro González Iñárritu y Jaime Camil.

Alejandro se ha convertido en uno de nuestros máximos orgullos creativos. ¿Y qué decir de Jaime que, aunque no se llevó una estatuilla, forma parte activa del equipo de “Jane the Virgin”?

No, no se utilizaron los Golden Globes para hablar de Ayotzinapa, pero sí para mostrar este otro rostro del talento mexicano que también es importante.

Felicidades a TNT por su impecable transmisión en vivo. Tache para Televisa (GalaTV) por pasar esto con dos horas de diferencia, cuando todos los resultados estaban más que cantados en las redes sociales.

Entre más pasa el tiempo, más se necesitan ceremonias como los Golden Globe Awards.

Hoy, gracias a ellos, ya sabemos más o menos qué ver o qué volver a ver en las próximas semanas. ¿A poco no?

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