La tecnología ha acaparado la atención de los chavitos de hoy. Ya es muy común verlos bien clavados en una tablet, un smartphone o videojuegos, meneando los dedos como poseídos. Te hablan de niveles o de personajes que tú ni idea tienes (si bien te quedaste en el Mario Bros, es ganancia).

Ellos no saben de los juegos que a ti o a algunos primos o hermanos mayores les tocaron y si le llegas a decir a tu sobrinito si sabe jugar burro, lo más probable es que te conteste con un contundente: “tú lo serás”.

Y cómo en Chilango queremos que nuestros juegos tradicionales no desaparezcan, les llevamos como una oferta, como una promoción, un listado de juegos que están en ‘peligro de extinción’ debido a que los chavitos de hoy ya ni los pelan.

Es un mero servicio a la comunidad para que aprovechen y saquen a los chamacos de sus casas a hacer algo nuevo (para ellos, porque en realidad es muy viejo… cómo tú) y que dejen de acalambrarse los dedos con tantos videojuegos, o cómo decían las abuelitas: “no veas la tele tan cerca que te vas a quedar ciego”. Así que demos una vuelta al pasado.

Burro 16

Si nadie traía una pelota, o ni un peso pa’ las maquinitas, siempre estaba a la orden jugar el burro 16, pues sólo se necesitaba de los participantes. Podían jugar de tres en adelante. Consistía en que uno de los jugadores se ponía de burro, o se fletaba (con las espalda agachada y poniéndose de lado en referencia a sus compañeros) y los otros tenían que brincarlo mientras se hacía la ronda de canto del burro 16.

Cada número tenía una frase y orden a realizar por los participantes:

1.- Uno por mulo

Es el inicio del juego y como se va calando al burro

2.- Dos, patada y coz

Al brincar, se le da una patada en el trasero del burro y se deja caer de sentón en la espalda; si no cumple con las dos cosas, se fleta.

3.- Tres, el burro al revés

Aquí el burro se pone de frente y agachado para brincarlo.

4.- Cuatro, jamón te saco

Al brincar encima del burro, con una mano se le ‘saca el jamón’ del trasero del burro; si no lo logra hacer, se fleta.

5.- Cinco desde aquí te brinco

Desde donde salta el primero, los demás también deben hacerlo, entre más alejado del burro, mejor; si no alguien no lo logra hacer, ya sabe.

6.- Seis, al revés

Va de regreso y al brincar hay que tratar de pasar la marca que se hizo en el número cinco.

7.- Siete, te pongo mi chulo bonete

Cada persona que brinca debe dejar en la espalda del burro una prenda –un suéter, una playera- sin que se las demás se caigan; si las tira, se fleta.

8.- Ocho, te lo quito y te lo remocho con pan y bizcocho

Aquí deben regresar los que saltan, del último que pasó al primero para quitar su respectivo suéter con cuidado de no tirar los demás.

9.- Nueve copita de nieve, con sus tres sabores que son:

Cada participante brinca al burro y después le dice al oído y sin que nadie escuche tres sabores de nieve; si alguno repite un sabor, le toca ponerse de burro.

10.- Diez, elevado lo es

Cuando un participante salte, el burro debe levantarse en ese momento para dificultarle e intentar que no llegue bien al otro lado, o bien, ya en una onda más intrépida, se para derecho y solo con la cabeza hacia abajo, para que lo salten por completo.

11.- Once, caballito de bronce

Después de saltar al burro, cada integrante debe quedarse quieto, evitando tocar a las otras estatuas, pues si lo hace, ¿qué creen que le pase?, pues sí, se fleta.

12.- Doce, la vieja tose

Cuando cada jugador brinca debe toser tres veces. Los otros deben repetir de forma idéntica los tosidos.

13.- Trece, el rabo te crece, en la boca de ése

Tras brincar, el jugador debe señalar a otro de los participantes que no sea el burro. Si el señalado está de babas con la bocota abierta, le toca fletarse.

14.- Catorce, la vieja cose…

Cada uno que brinque debe decir: “con su cajonazo (pegándole al burro en las costillas), su pinchazo (dándole un pellizco en el lomo del burro) y su pedalazo (al caer pisándole un pie al burro). Quien no complete las tres, ya sabe.

15.- Quince, el diablo te trinche

Cual águila enterrando las garras, el que salta debe jalarle el cuero del lomo al burro, ¡ouch!

16.- Dieciséis, ¡muchachitos a correr!

El burro debe contar del 16 al 1, mientras tanto los participantes deben saltarlo lo más rápido posible, pues cuando llegue al 1, el burro los perseguirá y al primero que agarre, se fleta.

Ojo: Puede haber variantes en cada uno de los saltos y dichos de acuerdo a las diferentes colonias y épocas.

Burro entamalado o castigado

Para este juego se forman dos equipos de cuatro jugadores o más (lo recomendable es que sean seis máximo).

Un equipo será el burro; uno de los integrantes se pone de pie recargado en la pared y con las piernas ligeramente abiertas (él es el poste) mientras que los otro de los integrantes se ‘fleta’, es decir, se pone de frente al poste y agacha solamente la espalda, con las piernas rectas, de modo que meta su cabeza debajo de las piernas del poste; el siguiente integrante también se agacha y se pone detrás del primer burro y así sucesivamente.

El otro equipo tratará de tirar al burro (a todo el equipo contrario). Uno a uno, los integrantes irán brincando y caerán de sentón, encima de la espalda de los que están fletados como burros. La idea es que cada miembro que salte, debe moverse hacia adelante para dar espacio a los demás compañeros y así busquen tirar al burro. Pero el burro podrá defenderse y lo hará moviéndose de un lado a otro, con las piernas fijas al piso.

El primero que caiga de los dos equipos, pierde. Si pierden los saltadores, tendrán que fletarse de burro; si pierden los que estaban de burro, se vuelven a poner… ¡por burros!

Este juego era un clásico de la secundaria, pues era para chavos ya más grandes, ya que las caídas estaban de a peso y era más manchado que el burro 16. Podían jugar niños contra niños, niñas contra niñas, niñas contra niños o revueltos. Por ahí algunos chamacos de la ‘secun’ todavía le entran al juego, aunque está en peligro de extinción.

Bote pateado

Un bote o lata vacía, de esos de frutas en almíbar, es instrumento suficiente para un buen rato de diversión. Se trata de hacer un círculo con un gis y poner ahí el bote. A alguien le tocará ir a buscar el bote; esa persona se pone de espaldas al bote, sin verlo, mientras que otro lo patea lo más fuerte y lejos posible.

Mientras va a buscarlo, los demás salen corriendo a esconderse. Cuando regresa con el bote, lo coloca en el círculo y grita “bote” e inicia la búsqueda delos demás. Si ve a alguno, corre al círculo con el bote y grita “bote por Juanito que está en…”; el descubierto deberá ponerse a un lado del bote, mientras que sigue buscando a los otros.

Los demás podrán salir por sorpresa para volver a patear el bote sin ser descubiertos y el juego vuelve a empezar; si nadie logra patear y salvar a sus compañeros, al primero que haya sido encontrado le tocará ser el castigado en buscar el bote.

Coleadas

Este era nomás por sentir el vértigo de sentirse jaloneado a toda velocidad y con el riesgo de terminar con la face en el suelo. Entre varios se toman de la mano; el que va adelante es quien mueve a los demás, jalándolos al momento que corre, en círculos o en zigzag. Los demás siguen el ritmo a toda velocidad, por lo que se tienen que agarrar lo más fuerte posible.

Después de un rato, hay quien ya no soporta la velocidad (o al que le suda más la manopla) y ahí se suelta, provocando una hecatombe marca llorarás. Generalmente el que va al final de la línea es el que la sufre más, pues sale volando cual muñeco de trapo. Nomás aguas con los árboles.

Cebollitas

Otro de jalones. Aquí se debe hacer una línea de chavitos sentados en el piso, uno tras otro. Pueden ser cuatro o más. El de atrás debe abrazar al de adelante y así sucesivamente. El otro equipo inicia con dos jugadores que tratarán de jalar al primero que está sentado en la fila, para unirlo a su equipo, pero los demás deberán evitar que sean arrancados como cebollitas.

Lo pueden jalar de las piernas o de donde se deje. Si logran sacarlo, éste se une al equipo de los que sacan y van jalando a los demás. No tiene mucha ciencia el juego, pero ¡ah que divertidas se ponía uno con los jalones!

Bolillo

Para este juego se necesitaba un palo de escoba que tu mamá ya no necesitara (o se lo volabas) y tenías tu propio juego de béisbol, pero más divertido.

Se cortaba un extremo del palo, para que quedara uno pequeño de unos 15 centímetros y se le sacaba punta, como lápiz. El otro extremo del palo de escoba, el más grande, se utilizaba como bate.

El palo pequeño (el denominado bolillo) se ponía en el suelo de forma horizontal y el otro palo se agarraba como bate para pegarle al extremo afilado, a modo de que el bolillo se elevara un poco y así poder abanicarle y darle con todo, para mandarlo lo más lejos posible.

Puede sonar fácil, pero tenía su chiste de coordinación para darle al mentado bolillo. Podía jugarse solo o en competencia con uno o más rivales, para ver quién llegaba primero a una meta establecida.

Resorte

Juego tradicional y con alto nivel de complejidad. Era jugado en su mayoría por las niñas, pero los niños también le entraban, total, la onda era pasarla bien todos en bola.

Dos participantes se colocan viéndose de frente, a unos tres metros de distancia uno del otro, con las piernas ligeramente abiertas, pues a la altura de los tobillos se pone el resorte. El otro participante entra en acción, pues debe realizar una rutina de ejercicios que consiste en ir pisando cada uno de los extremos del resorte, sin fallar, acompañado de una canción.

Los ejercicios consistían en pisar uno o los dos lados del resorte, ya sea con uno dos pies, enrollar y desenrollar el resorte con una pierna, pasar el pie o la pierna completa por encima del resorte y otras tantas rutinas. Si el jugador falla, pierde y le toca sujetar un extremo mientras que el otro toma su sitio. Puede jugarse en parejas (una sujeta el resorte y la otra hace la rutina). Algo difícil, pero divertido.

Y tú ¿jugabas estos juegos?, ¿de qué otros te acuerdas?

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