¿Has notado como cada vez más los niños que ves en la calle son “regordetitos”, de “huesos anchos” o “glandulares” (Homero Simpson dixit)? Por no decir que tienen una panza que bien podría ser chelera si no fuera porque está hecha de azúcar refinada.

Pues si lo has notado es porque, una vez más , lo logramos: México, campeón de los ranking idiotas como el del país que más refresco toma por habitante, lo vuelve a hacer y en grande. Ahora somos el país con más niños con obesidad a nivel mundial. Aplausos.

¿Y sabes que están haciendo las autoridadespara combatir el problema? Tu respuesta obvia es “nada“ ¡Bien contestado! Checa nomás lo que dijo el secretario de Salud federal, José Ángel Córdova, cuando se le preguntó si no sería buena idea que dejaran de vender comida chatarra en las escuelas, para que los escuincles no comieran Gansitos todo el día:

“Tiene años y años y años de inercia en muchos lados y son cotos de poder de grupos, en fin, de las mismas cooperativas, de otras personas y realmente no es sencillo, sobre todo cuando estamos hablando de un plano a nivel nacional”.

La joya de la corona: “La salida de las escuelas de estos productos dependerá mucho de la cultura de las personas, que al pedir menos este tipo de alimentos forzarán su retiro”. ¡Claro! Brillante. Pregúntale a cualquier niño “culto”qué prefiere, si unas Ruffles o una sopa de verduras, y verás como se va por la segunda sin pensarlo mucho. Maldita incultura.

Cuatro millones y medio de niños tienen kilos de más, seis millones de adolescentes y 44.5 millones de adultos. Sí, cada día más transitar por las calles de México se parece a estar en un mall texano, lleno de figuras con curvas por todos lados.