A mediados de los ochentas surgió el Nintendo de ocho bits y mientras muchos niños estaban ocupados brincando con Mario o cazando patos había una aventura que intentaba recrear un mundo gamer más maduro. Golgo 13 basado en el manga de Takao Saito recreaba un héroe estilo James Bond, pero con el toque oriental, en los niveles tenías que matar espías y buscar pistas aunque cuando Golgo se sentía solo podía llevar chicas a su departamento de soltero. La escena sexosa era vista desde fuera del edificio, y aunque la capacidad gráfica de la consola no te permitía ver mucho pero te subía la vida.