Lo que en realidad pasó…

George Harrison siempre fue el miembro más joven de la banda, y por tanto, muchas veces, el menos notable. Siempre fue conocido como el Beatle callado, a pesar de que sus amigos cercanos siempre dijeron que en realidad era bastante parlanchín ya en corto. Pero más allá de que no fuera el que más hablaba en entrevistas, lo cierto es que al buen George siempre le costó mucho trabajo que sus composiciones fueran tomadas en cuenta por John y Paul. Eso a pesar de que compuso grandes rolas como “Here comes the sun”, ni más ni menos. Cuando entró a la banda, John lo dejó porque era un buen complemento, a principios de los sesenta. Para los setenta, George ya había desarrollado un estilo, se había convertido en el primer artista pop en incorporar la cítara hindú en varias canciones (ah, sí: George también fue el responsable de la etapa más hippie de los Beatles, al inducirlos a entrarle a su onda hinduista). Sin embargo, Paul y John siempre lo vieron para abajo. Al final, salió de la banda por roces con Paul, en 1970.

Lo que pudo haber pasado…

El resto de los Beatles pudo haber reconocido a George como un elemento creativo y experimental desde mediados de los sesenta.

¿Cómo hubiera sido todo?

Para empezar, mucho más pacheco. Algo que no se le ha reconocido mucho a George es que, a pesar de que no era el genio letrista de John, es que sí era el más experimental. Así que quizá hubiésemos tenido más cosas como “Norwegian wood”.