P-pero… ¿qué es lo que pasa?

Pues eso: la tercera parte del agua que tenemos se desperdicia en fugas. Uno de cada tres vasos de agua que tomas. Uno de cada tres baños. El agua que se desperdicia en fugas podría satisfacer las necesidades de 8.4 millones de personas. Eso equivale a la población de Honduras o de toda la parte oriente de la ciudad, holgadamente. Lo peor es que más del 70% de las fugas son en tomas de agua caseras, y la mayoría no se reporta a tiempo.

¿Cuál es el peor escenario?

Imagínate una ciudad con una policía del agua, que ande chocando, primero, que no haya fugas; que siga tomando acción penal contra quienes tienen fugas, y que terminen también metiéndose con tu consumo diario. Si no le ponemos ojo a este tipo de situaciones, la cosa se puede poner horrible. Así que si ves una fuga, repórtala al 5654 3210.