El eufemismo, o mencionar algo bajita la tenaza, es un recurso muy común cuando las personas quieren abordar algún tema espinoso que no es socialmente aceptado del todo. Alfred Douglas, amante de Óscar Wilde, se refirió en su poema ‘Dos amores’ a la homosexualidad como “el amor que no osa decir su nombre”.

Esta habilidad de decir las cosas “de refilón” ha derivado en varios usos lingüísticos que van desde aquellos que tienen un tinte discriminatorio y homofóbico (puto, maricón, joto, puñal) hasta otras expresiones que si bien no son políticamente correctas, forman parte del hablar cotidiano.

Como homosexual chilango, he leído, escuchado y también usado estas 10 frases que seguro la mayoría conocen y sobre las que abundaré a continuación:

Le truena la reversa

Comentando con un amigo, él sostiene que este dicho se debe a que cuando la reversa no entra correctamente, hay que insistir con un movimiento bastante chusco haciendo la manita hacia atrás varias veces. Inténtelo, no van a ser menos machines por jotear tantito, qué tiene. Dicen por ahí que si no joteas al menos cinco minutos al día, luego se acumula.

Cachagranizo

A ver, pongan la manita con la palma arriba sobre el hombro y cachen granizo. A esta modalidad también se le llama “mesero sin charola” y significa que usamos la mano para poner en claro que la papaya ni en champú. Hay a quien jotear nomás no se le da y está bien, es un mito que todos los gays jotean o que todos los que jotean son gays. Hay algunos que uno juraría que lo son y no. Hay muchas formas de vivir la masculinidad, no se claven.

Le gusta la leche Clavel

Y hablando de clavarse, aquí viene una frase derivada del fino albur. Cuando te dicen que te gusta la leche Clavel no es porque te guste evaporada (más bien te gusta entera), sino porque es juego de palabras con la palabra leche y el verbo clavar. Ahí le paramos porque no es necesario ir más allá. Algo similar aplica cuando dicen que a alguien le gusta la Lechera en sus hot cakes.

Se le hace agua la canoa

Esta metáfora nace de aquellos momentos en los que ya se chingó la cosa y no se puede evitar la tragedia. Cuando estás remando y se te hace agua la canoa lo más probable es que ya no tengas para dónde hacerte y sólo queda esperar el fatal desenlace. La verdad es que ser gay no tiene nada de trágico y a muchos se nos hace agua la canoa con mucho gusto y a mucha honra.

Soplanucas

Cuando a alguien se le dice soplanucas es que se asume que en lugar de las féminas, prefiere darle su dotación a otro varoncito por Detroit, lo que significaría que su boca queda a la altura de la nuca del otro. Esta forma de denominar a los gays merece algunas observaciones: ¿a poco los heteros nomás cochan de misionero? ¿De verdad creen que los gays sólo damos por la espalda? No señores, hay muchas maneras de darle gusto al gusto.

Muerdealmohadas

Mientras el “soplanucas” sería el activo de la relación, existe su necesaria contraparte, el muerdealmohadas. Aunque aquí la consideración es que en la sexualidad gay, los roles no siempre son algo inamovible. Aunque algunos pocos se asumen como 100% activos o pasivos, la mayoría intercambian sus roles para echarle variedad, hoy puedes soplar nucas y mañana morder almohadas y no pasa nada. Por otra parte, muchos hombres heterosexuales le han agarrado el gusto a que les estimulen la próstata y pueden entrarle al gozo de morder la almohada y eso no significa que sean gays.

Le gusta la Coca Cola hervida

Este dicho es todo un misterio y aunque mucha gente lo desconoce, otros dicen que sí existe aunque no le encuentran una razón lógica. “Ha de ser porque les gusta la cola caliente” me dijo un amigo”. Meh. Lo que sí es cierto es que si se ponen curiosos y googlean (como su servidor) seguro encontrarán un bonito video de qué es lo que pasa cuando hierven Coca Cola y nunca más les darán ganas de meterla a su organismo. O al menos mientras se les olvida.

Le gusta saltar pa’ tras

Ésta es otra frase popular que nace del supuesto que a todos los gays les gusta ser penetrados, por lo tanto se van haciendo hacia atrás a ver con qué se encuentran, como no queriendo. Sin embargo y como ya lo dijimos, hay quien prefiere saltar pa’ lante. Ojo: el que alguien sea activo no los hace menos gay, al final si te gusta otro hombre estás en el mismo costal aunque no te guste y te pese admitirlo.

Le gusta la carne de burro

Un amigo de la región de Jalisco me dice que cuando alguien es “sospechoso” de ser homosexual y no lo es, el aludido suele contestar: “qué pasó, a mí no me gusta la carne de burro”, como para dejar en claro que no les gusta la de árabe. Cosa rara porque Guadalajara es una de las ciudades con más ambiente gay, aunque al tener una larga tradición religiosa, siguen teniendo algunos prejuicios al respecto y a veces les cuesta admitirlo. Amigo gay tapatío: ¡relaja la raja y disfruta la fruta!

Le gusta el arroz con popote

Éste es bastante gráfico. Supongamos, querido lector, que en la fonda de su preferencia le sirven arroz con leche de postre. Lo lógico es que se lo coma con cuchara, ¿o no? Sin embargo, nosotros los gays,habituados a sorber materia blanquecina mediante objetos cilíndricospodríamos comérnoslo con popote sin ningún problema.Sí, fue demasiado explícito, pero se entendió.

Aquí les dejamos 10, aunque hay muchas otras más corrientes y soeces como “le gusta que le empujen los frijoles” o “que le correteen la solitaria”. Mejor le metemos freno de mano a la vulgaridad porque aunque sí son expresiones muy folclóricas y a veces dan risa, no hay nada como decir con orgullo: ¡SOY GAY Y QUÉ!

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