El gran filósofo contemporáneo llamado Mc Dinero nos enseñó una gran lección: “Aprende algo dinero, dinero dinero dinero, dinero dinero dinero, dinero dinero dinero, no hay error”.

Y claro, seguramente él sabía que la palabra dinero viene del latín denarius, que era una pequeña moneda romana que valía diez ases: literalmente significa “contiene diez” y que derivó en “dinar” la palabra que se usa para una unidad monetaria en los países árabes.

Qué sabio es Mc Dinero. Respect.

Pero estamos seguros de que Mc Dinero tendría mejores rimas si hubiera utilizado cualquiera de los sinónimos que le damos los chilangos a la lana: “no traigo luz”, “no traigo pasta” o de menos “billelle billelle billelle, no hay error billelle”. Así que para darle sabor al asunto, nos dimos a la tarea de buscar de dónde vienen algunos de estos sinónimos que le damos a la marmaja ¡Aprende algo, pachocha!

Marmaja

Este tiene una buena etimología. Viene del griego “brillar” y en mineralogía es el mineral del sulfuro de hierro que tiene un color amarillo pálido. Por su similitud se le conoce como “El oro de los tontos” ¡sopas!

Morlacos

Al parecer en tiempo de los romanos circulaban en el imperio algunas monedas falsas que tenían un origen germánico. Esas monedas eran conocidas como morlacus y causaron un gran problema de inflación. Cualquier parecido con la actualidad es mera coincidencia.

Pachocha

El poblado de Mineral del Monte, en Pachuca, Hidalgo, era conocido por su producción de plata y minerales en el siglo XIX. Toda la riqueza que llegaba de Pachuca a la Ciudad de México era conocida como “pachocha” por deformación lingüistica de Pachuca (los lingotes eran marcados con ese nombre). Y tú que pensabas que venía de “pachoncito”.

Quinto

Los abuelos llegaban a utilizar eso de “no traigo quintos” para referirse a las monedas pequeñas. En realidad era un impuesto que, en tiempos de la Colonia, obligaba a darle a España el 20 por ciento de todos los yacimientos minerales; para asegurarse de obtener su impuesto se instalaron las Cajas Reales, donde cada trabajador dejaba su quinta parte. Ni modo, abuelito.

Morralla

Así se le conoce a todas esas moneditas que se te quedan en el pantalón y que después guardas en una cajita (sin que puedas cambiarlas). Pero en otros países no solo se refiere al dinero: tiene como sinónimo al populacho, a los peces pequeños o a las cosas inútiles. Su etimología es interesante pues se refiere a esa parte del campo (morro) que no quieren ni las vacas.

Varo

Lo ignoramos. Lo cierto es que cualquier físico sabe que “baro” (con b de burro) tiene que ver con el peso atmosférico y por eso usamos barómetros ¿será que algún científico hizo la similitud de “peso” con “baro”? ¿Por qué lo escribimos con v de vaca? ¡Misterio!

Pero esto no acaba aquí: el “billelle” por deformación de la palabra billete o “pasta” que tiene una connotación relacionada con las drogas. Usamos “feria”, “lana” y los abuelos le decían “chivo” a su salario. En la barriada al dinero se le dice “pisco” por abreviatura de “piscolabis”, que significa ganarle a todos en las cartas con una jugada inesperada.

¿Te sabes otro sinónimo para el cambio’ que traes en el pantalón? ¡cuéntanos!

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