Fernando Quirarte: El Mundial del 86 desde el vestidor del Tri
Por: Colaborador
Capítulo IV
Hace 28 años la fiesta del Mundial se vivió en nuestro país.El terremoto del 85 no le impidió que los mexicanosse emocionaran por la celebración más grande del futbol y por el contrario, se levantaron para ser hospitalarios con los invitados y se ilusionaron con el paso de su selección.
Una ilusión que les duró hasta los cuartos de finalpero a la que se entregaron de manera incondicional. Lo pudo sentir cada jugador de México hasta que una tanda de penales los condenó.
Una larga concentración, y la alegría de anotar
El gol de Negrete en primera fila y el pase a cuartos de final
Fernando anotó un gol más en la victoria 1-0 ante Iraq y el equipo avanzó con siete puntos a octavos de final. En esa instancia se enfrentaron a Bulgaria y sucedió uno de los momentos que más recuerdan los aficionados mexicanos: el gol de tijera de Manuel Negrete.
“Era una jugada muy vistosa, una jugada que él practicaba siempre en los entrenamientos, y logró hacer ese gran gol para México”. En seguida Javier Aguirre le propina un jalón de cabello a Negrete y se arma la bolita, “era el reflejo del compañerismo que había, aunque claro con los problemas que puede haber en cualquier equipo pero siempre con un respeto”.
Porque la lucha de temperamentos era fuerte. Había un Tomás Boy, un Javier Aguirre, un Hugo Sánchez, “al final Bora supo llevarlo por buen camino para que no hubiera ese tipo de problemas, pero por supuesto que el liderazgo de cada quien se imponía”. Lo que importaba era que se había ganado 2-0 y el pase a cuartos de final.
El penal fallado
Entonces se vino la tanda de penales. “En el descanso llega el señor Bora a preguntarnos quién quiere tirar, y yo soy el primero que levanta la mano porque estaba muy motivado. Había hecho dos goles y decía ‘si hago otro va a ser mi tercer gol en un Mundial'”.
Negrete anotó el primero y después Fernando se paró frente al portero Schumacher, y vio que este se aventó a un costado. En décimas de segundo lo pensó y tiró al centro “pero con tan mala fortuna para mí que cuando ya estaba casi cayéndose, le pega al balón con la punta del pie izquierdo y lo para. Increíble, la fallé y luego vino Servín y como dicen, la puerca torció el rabo”, porque fue el segundo errado, mientras que los alemanes metieron sus cuatro.
“Hubiera sido algo ideal haber jugado contra Francia en mi casa, en Guadalajara, yo estaba ilusionadísimo con eso”.
El velorio
Ahí terminó el sueño mundialista de esa selección. Los jugadores regresaron al DF con caras largas, sin decirse nada más que los ‘hubiera’. Quirarte se sentía solo, triste, lleno de amargura y dolor. Esa noche en su departamento la pasó mal y evitó a toda costa ver la televisión.
Después regresó a Guadalajara y ahí el recibimiento fue diferente “me sentí Chicharito”, porque varios aficionados y dos camiones, uno con su familia y otro con periodistas, lo llevaron hasta el palacio de gobierno, donde lo recibió el gobernador Enrique Álvarez del Castillo.
Ahí se sintió reconfortado y pudo pensar en el momento con un poco más de ánimo: “Ahora lo recuerdo como gajes del oficio, mi consuelo era que si falló Platini, que no fallara yo”, porque ese mismo día en Guadalajara también hubo penales entre Brasil y Francia, y entre los que erraron estaba Michel Platini.
Alemania, en la final
Fernando Quirarte pudo ver la final del Mundial en un palco del Azteca. Argentina-Alemania. Él, sin una pizca de rencor, no deseaba que perdieran sus verdugos, los alemanes, más bien sólo pensaba en que quería que ganara Argentina, porque le simpatizaba más su futbol.
Vivir un Mundial como futbolista fue lo mejor que le pudo pasar en su carrera, y ahora como aficionado, pudo disfrutar de otra manera de Brasil 2014. Aunque ahora, en contraste, quiere que Alemania sea campeón por la misma razón por la que se inclinó en el 86 por los argentinos.