Nuestra riqueza histórica y cultural no se agota, y prueba de ello es el hallazgo que hoy dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Se trata de una “extraordinaria ofrenda” a 103 metros de la entrada del túnel del Templo de la Serpiente Emplumada, en La Ciudadela de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, con más de 50 mil objetos.

Teresa Franco, titular del INAH, dijo que este descubrimiento fue posible gracias al trabajo de los especialistas del Instituto, quienes utilizaron tecnología de punta, como georradares, escáners láser de alta precisión y dos robots equipados.

El túnel está a 18 metros de profundidad, consiste en tres cámaras que se ubican antes de la ofrenda, en la cual sobresalen cuatro esculturas labradas en piedra, una masculina y tres femeninas, ornamentadas con joyería prehispánica elaborada en jade y piedra verde. De acuerdo con los investigadores, hay indicadores de que no sólo se trata de un túnel para depositar ofrendas, sino que es una metáfora del inframundo.

Según los mitos prehispánicos, la entrada al inframundo se realiza del Oeste al Este, considerado este último un lugar de abundancia.Basados en esta información, los arqueólogos proponen que en la cosmovisión teotihuacana el Sol sale por el Este, hace su recorrido hasta el cenit y comienza su descenso hasta entrar imaginariamente al inframundo, que sería el túnel, para volver a surgir en la cúspide del Templo de la Serpiente Emplumada.

Partiendo de esta hipótesis, la investigación ayuda a entender que Teotihuacán fue construída como una réplica de la manera como se concibió el cosmos: arriba la región celeste, en medio el plano terrenal y abajo el inframundo.

A partir de fechamientos por carbono 14, el INAH pudo determinar que el pasaje subterráneo funcionó al principio de nuestra era, al año 250 d.C., antes de que se construyera La Ciudadela de la misma zona arqueológica.

Objetos encontrados:

  1. Decenas de grandes caracoles procedentes del Golfo de México y Mar Caribe. Algunos de hasta 50 centímetros de longitud, unos grabados con motivos geométricos y personajes teotihuacanos.
  2. Miles de cuentas de diversos materiales.
  3. Pelotas de hule.
  4. Cuentas de pirita de forma cuadrangular y discos del mismo material.
  5. Una caja de madera que contiene decenas de conchas trabajadas y esqueletos de escarabajos.
  6. Cientos de recipientes manufacturados en cerámica
  7. Abundantes restos de fauna, principalmente de aves. También huesos de grandes felinos.
  8. Más de 15 mil semillas de tuna, jitomate, maíz y, de manera sorprendente, restos de flores de calabaza.
  9. Elementos únicos elaborados en ámbar.
  10. Alrededor de cuatro mil objetos de madera en buen estado de conservación.
  11. Cuchillos de obsidiana y pedernal.
  12. Espejos de pizarra y pirita labrados por una de sus caras.
  13. Ornamentos de concha y pirita.
  14. Numerosas puntas de obsidiana miniatura de menos de un centímetro, con una trabajo de laqueado que describe el grado tecnológico alcanzado por los teotihuacanos en la fabricación de instrumentos líticos.
  15. Fragmentos de piel, aparentemente humana, y cabello que en una etapa futura podrán ser sometidos a estudios de ADN.
81055Hallazgo en Teotihuacán

Hallazgo en Teotihuacán (Conaculta)

81054Hallazgo en Teotihuacán

Hallazgo en Teotihuacán (Conaculta)

81053Hallazgo en Teotihuacán

Hallazgo en Teotihuacán (Conaculta)