Son pocos los versos en la literatura universal que pueden compararse con las sabias y elocuentes palabras de Saúl Hernández en piezas como "Nubes" ("pensarás que soy un perro/que en el cerebro tengo moquillo") o "Perdí mi ojo de venado". Tal volumen de misticismo mexa, para nuestro beneplácito, floreará en la que se anuncia como una nueva producción de los Caifanes para este año.

Sombras de maíz, como se titula el disco tentativamente, reúne a los miembros originales de la agrupación (ya ensayados tras su aparición en el festival Vive Latino) con espíritus renovados: Hernández ha firmado los que parecen ser tres nuevos clásicos ("Cálmate", "Todo el tiempo tigres en la oscuridad, todo el tiempo", "Párate") y un Alejandro Markovich recuperado se adjudica la autoría de dos canciones más ("Neurosis", "Neurosis Neurosis") que parecen plantar a los Caifanes, de nuevo, en la cima del rock nacional.

El disco sienta bien en un momento donde la industria discográfica parece repuntar y el llamado efecto hipster ha puesto a los Caifanes en la mira de todos desde hace ya algún tiempo.La agrupación mexicana parece tener más relevancia que nunca.

"Es increíble que la gente se interese y nos sigan escuchando. Pensábamos que nada más podíamos llamar a algunos treintones nostálgicos a la escena. Nos da muchísimo gusto que no sea así", apuntó Sabo Romo, bajista.

El lanzamiento se espera para mediados de junio.