Y de pronto, de ser el mexicano más querido, se convirtió en un habitante de Shelbyville en pleno centro de Springfield. Nomás faltó que lo apedrearan en pleno Zócalo y le pegaran con nopales. Javier El Vasco Aguirre dijo en una entrevista a una cadena de radio española que México está “jodido”, que el narco y la inseguridad son un desmadre y que él, acabando el mundial, se regresa para Europa. Eso y que México va a quedar entre el lugar 10 y el 15 en el Mundial.

¿Le encuentras alguna falla al discurso? ¿Alguna mentira? ¿No? Nosotros tampoco… en fin, que los “líderes de opinión”, comentaristas deportivos y hasta Andrea Legarreta acabaron criticándolo. Y él, retractándose y ofreciendo disculpas. Lo que dicen los que saben (o sea las columnas de trascendidos de los periódicos) es que la orden de que Aguirre acabara diciendo una onda como “híjoles, creo que sí la regué, verdá” vino desde muy muy muy muy arriba. O sea, desde la Presidencia.

¿Por qué? Nada más porque el 25 de mayo de 2009, el presidente Felipe Calderón, el Vasco y otras “personalidades” como Fher –con h intermedia y todo-, de Maná, aparecieron presentando el programa “Vive México”.

El programa buscaba impulsar el turismo a nivel nacional e internacional después del relajo de la influenza. Y pues no les latió que dijera que el país está jodido. Mejor pónganse a trabajar para que el país esté mejor en lugar de callar a los que dicen que está mal. Hüevones.