¿Cómo pudo pasar esto?

Pongámoslo así: ¿ves cuando vas caminando y leyendo al mismo tiempo y no te fijas y chocas con la persona que va caminando frente a ti? Pues eso pasó con el suburbano, salvo porque las personas caminando eran trenes llenos de gente, y porque el conductor no iba leyendo, sino siguiendo las instrucciones del controlador de tráfico (nosotros creemos que el controlador estaba dormido, borracho, pacheco, todo lo anterior, o viendo un video de Jessica Simpson, No importa). El saldo de esta “distracción” fue de varios muertos.

No la esperábamos porque…
El suburbano estaba recién estrenadito. Reluciente. Daba, hasta eso, buen servicio. No había razón alguna para que chocara. Pero igual, pasó.

¿Qué tan feo se puede poner?
Bueno: tomando en cuenta que no había ninguna razón humana para que ese bendito tren se descarrilara, hemos comenzado a pensar que a dios no le caemos tan bien. En serio.

Catastrofómetro: 3 de 10.