Uno de los momentos más escalofriantes de la serie. Todo bien, regresan los sobrevivientes y comienzan a tener una vida real. Cuando Hurley regresa a su casa, su papá (traído a la vida gracias al gran Cheech Marin) le arregla el coche a Hurley. Se trataba de un clásico, un modelo re-armado como presente del padre (interesado) al hijo, loquito y sobreviviente.

Era notorio que Hurley estaba enloquecido por los números. Eran, para él, de mala suerte. (Por Dios, los números de la lotería no pueden ser de mala suerte jamás, pero bueno.) Y cuando llega a su coche, emocionado, se encuentra con el tablero del automóvil, con los números 4, 8, 15, 16, 23, 42 perfectamente bien acomodados.

Ahora les toca a ustedes, chilangos. ¿Cuáles son sus momentos favoritos de esta serie?