ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
O lo amas o lo odias
Puedes haber votado por él o no; puedes haber padecido o protagonizado el plantón de Reforma tras las elecciones de 2006, puedes odiarlo o ser de los que, ante cualquier problema, cantan una solución tan mesiánica como improbable: «estaríamos mejor con López Obrador». Lo cierto es que el tabasqueño apodado como reptil sureño ha sido el personaje central de la política mexicana de estos diez años. Desde que fungía como jefe del gobierno capitalino nos mostró su megalomanía, al construir segundos pisos y metrobuses (hey, no es para quejarse tanto: antes de él, fueron 30 años sin inversión en obra pública en la ciudad). Luego tomó el reflector cuando se peleó con el ex presidente Fox por su intento de quitarle el fuero político. Si eso ha polarizado o no a la población nacional, es otro cantar. Pero de que todos lo conocemos, lo conocemos, y hay hasta a quienes le interesan los tenis de su hijo.