Al fondo del pasillo 3, en el Mercado de Sonora —justo entre un local de disfraces y la estación de control del sistema eléctrico del mercado— hay un altar donde además de un Cristo y una Virgen de Guadalupe, hay 3 imágenes del Niño Cieguito.

Las cuencas de sus ojos lucen vacías y sobre sus mejillas ruedan lágrimas de sangre artificial que le confieren un aire tétrico. Para aquellos que desconocen su historia puede ser una imagen impactante y hasta de mal gusto. Sin embargo, sus fieles le muestran gran fervor pues afirman que es altamente milagroso y no encuentran en su figura nada de lúgubre.

Al frente del altar se encuentra adherida la siguiente historia, que reproducimos para nuestros lectores:

“Cuando estaban los Padres Mercedarios en la actual Parroquia de La Merced (Morelia, Michoacán), por la mañana del 10 de agosto de 1744 se había celebrado de manera muy solemne la fiesta en honor del Mártir San Lorenzo en el entonces Convento de La Merced. Por la tarde y noche, el cielo se cubrió de densos nubarrones, acompañados de relámpagos y truenos. Aquello terminó en fuerte tempestad, como fuerte presagio de lo que iba a ocurrir ese mismo día.

“Como los Sacerdotes Mercedarios se encerraban en el convento, el templo quedaba completamente solo. Al quedar —aparentemente— solo el templo, se cerraron las puertas, pero un hombre se quedó adentro con la intención de robar objetos de valor. A medianoche comenzó su fechoría: al subirse al altar, se dirigió a la imagen de la Virgen de las Mercedes para quitarle las joyas que tenía. Esto ocurrió cerca de las festividades de La Virgen, por lo que la misma portaba finos atavíos.

“Cuando el hombre se encontraba robando todo aquello, la pequeña imagen del Niño Dios que la Virgen sostenía en los brazos comenzó a llorar, por lo que el hombre se apresuró en su labor. El Niño continuaba llorando, por lo que el ladrón decidió sacarle los ojos con un punzón, causando que el llanto se hiciera aún más fuerte.

“Como a pesar de todo el niño seguía llorando, el hombre optó por colocarlo en el costal donde llevaba los objetos de valor robados; salió del templo y se fue con rumbo al cerro de Punhuato, pero la imagen continuaba su lamento. Ello Exasperó al ladrón, quien comenzó a desprenderle los brazos y las piernas y finalmente lo abandonó en el cerro.

“Al día siguiente, los Padres Mercedarios se dieron cuenta del robo así como de la ausencia del Niño Dios y dieron parte a la policía. Luego de una larga investigación, aprehendieron al ladrón y lo arrestaron. En la declaración que rindió describió el llanto de la imagen y reveló el lugar donde la había abandonado.

“La imagen fue rescatada y devuelta a su templo, aunque los Padres mercedarios decidieron enviarla a Puebla a fin de que fuera restaurada en el Convento de las Capuchinas. Aunque la imagen fue reparada, se dice que al día siguiente amanecía sin los ojos, por lo que se creyó que la imagen no los quería y así fue enviada de nuevo al templo de la Señora de las Mercedes, lugar donde hasta la fecha se venera la imagen del ‘Niño Cieguito’, a quien acuden especialmente fieles que tienen problemas de la vista”.

Al estar frente al Mercado de la Merced, el Mercado de Sonora decidió adoptar al Santo Niño Cieguito como uno de sus protectores, pues según los fieles es quien protege a la Señora de las Mercedes. El 10 de agosto se hace una pequeña celebración para él, aunque es bastante menor que la que tiene ocasión en la capital poblana, misma que atrae fieles de todos los estados de la república.

En el Mercado de Sonora, donde lo mismo se venden productos esotéricos que mascotas, los devotos dejan toda clase de regalos infantiles que van desde dulces hasta los cochecitos y otros juguetes que venden los locatarios del mercado. Lo que parecería un culto oscuro a un niño con las cuencas de los ojos vacíos en cuyas mejillas corren lágrimas de sangre, se convierte en una fiesta sui generis que brota del espíritu de un pueblo mexicano ávido de milagros, de fe, de esperanza.

¿Ustedes conocían la historia del Niño Cieguito? ¿Les parece sombría? Compartan esta nota con aquellos que les gusta conocer esas cosas que le dan un sabor peculiar a nuestra amada capital chilanga.

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