Acá, los chilangos nos jactamos mucho de lo progresivo de nuestra ciudad, sobre todo en cuestiones de diversidad y equidad de género. Nuestras mujeres mexicanas son conocidas internacionalmente por ser luchonas, guapotas, amorosas y sobre todo “entronas”.

La típica frase de la abuelita: “Las mujeres hoy en día pueden hacer muchas cosas, casi como los hombres” es cada vez más común, y es cierto, es posible ver, a lo largo y ancho de la urbe, a mujeres godínez, taxistas, maestras de deportes y hasta “bomberas”.

Esta evolución indica que ahora son los caballeros quienes se han quedado encasillados en algunas profesiones. ¿Aburrido? Te has preguntado ¿qué pasaría si tú —sí, el galán que nos está leyendo— te permitieras emprender algunas de las actividades femeninas?

Imagina meterte a clases de tejido para hacerte una bufanda a la “Harry Potter” o ir con tu tía a Coyoacán a tomar clases de pilates. En la mayor parte de los casos, no es que a los hombres no les gusten esas actividades, sino que muchas veces no se atreven a hacerlo por miedo a convertirse en la comidilla de su respectivo grupo de cuates, que con seguridad se enterarían de tu inusual actividad justo durante la reunión de viernes en la cantina y terminarías siendo la botana de la noche.

Ahora que si eres capaz de superar las burlas y hasta críticas, una buena sugerencia es que te inscribas a unas clases de ballet. Al final, el baile no está peleado con la masculinidad, además de que mantendrías un estilo de vida sano y disciplinado, podrías esculpir cada uno de tus músculos, y sobre todo, estarías en contacto directo con tu lado femenino, lo que te permitirá comprender en mayor porcentaje, el comportamiento y pensamiento de las mujeres que te rodean, llámese novia casi prometida, esposa abnegada o suegra molona.

Olvídate de los malentendidos y llantos innecesarios, con esta disciplina artística te aseguramos que tu diálogo con las mujeres será más directo y profundo, no tendrás que hacerte el que no entiende el mensaje porque necesita que le digan las cosas claras y concisas, simplemente sabrás qué, cómo y cuándo hacer y decir lo correcto para mantenerlas felices y cada día más enamoradas, incluso puede ser que le resultes más atractivo con ese tutú rosa encantador.

Visualiza tu triunfo en el escenario –al puro estilo de Black Swan– bailando al ritmo del Cascanueces en Bellas Artes, además de que todo irá de acuerdo a la época navideña, conseguirás convertirte en una celebridad y hasta podrías ser como Mel Gibson en aquella película del 2000 “What Women What”, en la que dominas los pensamientos de cada hormona femenina que te rodea.

Ahora imagínate que después del show, miles de bailarinas guapísimas te abrazan, te besan y te invitan al “after” en Cancún. Suena bien, ¿o no?

Deja de reprimirte y dale rienda suelta a tus verdaderos instintos. No te limites y que fluya tu lado femenino, un buen baile de ballet o una bufanda en puntada derecho y revés puede ser tu fuerte ¿Por qué no te dejas ser?