¿Esto qué es?
A finales del siglo XVIII, el escultor Manuel Tolsá diseñó en honor a Carlos IV de España la escultura de un caballo. Esta estatua hoy vive frente al MUNAL, en el Centro Histórico, y muchos coinciden en que es una bella figura. Sin embargo, llegó el siglo XX, y luego los años setenta, y luego un escultor de nombre Enrique Carbajal, mejor conocido como Sebastián. Y con él. el desastre. La estatua de Tolsá fue retirada de su ubicación original, en Reforma y Bucareli, y suplantada por una “cabeza de caballo” de color amarillo, que en realidad es el disfraz de unas inmensas salidas de humo. El monumento es tan grande, tan grotesco, que hoy es un símbolo de la ciudad. Dios nos ampare.

¿Dónde está?
Reforma y Bucareli, en lo que, a juzgar por la estatua, podría ser la entrada del infierno.

¿Se podría poner más feo?

Sí, si Sebastián se dedicara a hacer cientos de esculturas que de pronto aparecieran en todo el país y en todo el mundo. Ah, pero eso ya pasa. Gulp.