Sí, todos nos equivocamos manejando. Vivimos en una ciudad caótica y siempre vamos con prisa.Aparte de nuestra clásica mentada con el claxon o de echar las altas, existe una seña universal… o universalmente chilanga, que nos hace saber que hicimos algo mal:

El coche de atrás nos toca el claxon, se empareja y cuando nos está viendo nos violenta llevando su dedo índice al ojo –en repetidas ocasiones– al momento en el que sus labios repiten (sin sonido o en voz muy baja) "que no estás viendo". Después de esto, nos rebasa mientras mueve su cabeza –decepcionado o enfurecido– diciendo "no". Es nuestra forma maleducada de decir: "oye, creo que te equivocaste" o "para la próxima fíjate, tarado".