Por Ale, Ruy y Mael,
que están seguros de que "tantito" es casi equivalente a "un chingo"


Hay una pregunta sin respuesta que todos deberíamos hacernos
por lo menos una vez al día: ¿qué tanto es tantito? En la vida cotidiana de
uno, que es de a pie, esa pregunta implicaría cosas como: "¿qué tanto es
tantito más en la cama?"; "¿qué tanto es tantitos tacos más?"; "¿qué tanto es
tantita anfetamina?". Pero cuando uno es Presidente de la República, esa
pregunta cambia, pero tan paulatinamente, tan gradual, que uno no se da cuenta:
un día, uno se pregunta "¿qué tanto es tantita lana robada de los impuestos?",
y lo siguiente que uno sabe es que la pregunta ya es algo así: "¿qué tantos
muertos por el narco son tantitos?". Es más: en un descuido, a uno se le sale
tal pregunta… en una conferencia de prensa. Y bueno, no es que el problema con
el narco esté TAN feo, ¿cierto? Vaya, nomás van miles de muertos. Y, total, uno
siempre se puede justificar diciendo que las muertes de civiles "son bien
poquitas". Ay, Felipillo. Pero bueno: no le achaquemos tanto al pobre Calderón,
que nomás es un inútil (certificado por Sabina). El problema es del país: ¿Qué
tanto es tantito desempleo? ¿Qué tanto es tantitos sacerdotes pederastas? ¿Qué
tanto es tantita pobreza? En fin. Nuestro quetantoestantitoísmo es tal que un
día a alguien se le ocurrió preguntarse qué tanto era tantito pensar fuera de
la tapa y llegó a la conclusión de que era buena idea hacer cosa tal como una
Agencia Espacial Mexicana. ¿Apoco no sobra presupuesto en educación, generación
de nuevos empleos, cultura, investigación científica, como para echarle lana a
una agencia que nomás será filial de la NASA? Claro: qué tanto es tantito.
Total: ¿para qué quedarnos con un país imperfecto si podemos llevar la
imperfección al cosmos? Total: qué tanto es tantito.