Mientras la mayoría de los juegos sandbox imitaban la saga de Grand Theft Auto, Capcom tomó la riesgosa decisión de fuisionar el género open world con survival horror. El resultado estaba claramente influenciado por la película El Amancer de los muertos de George Romero. El personaje protagónico estaba encerrado en un centro comercial, el cual era atacado por una horda de zombies. Lo divertido era matarlos con distintos objetos que podías encontrar en las tiendas departamentales, que variaban desde armas tradicionales hasta sombrillas.