En definitiva, el miedo nos acompaña siempre. Pero como dice Sarah Cross, de la Sociedad Psicoanalítica de México: “a la gente le cuesta mucho asumir que los tiene. Porque lo ven como sinónimo de debilidad. Pero el miedo es un sentimiento universal que todos conocemos y hemos sentido. Nos acompaña desde que nacemos. Logramos manejarlo y entenderlo, pero nos acompaña siempre”, termina. Y la religión, la política, la economía y la educación son los pilares sobre los que se asientan las creencias y los comportamientos de la sociedad. Por tanto, cada cultura genera sus propios miedos, que el hombre ha ido integrando y adaptando a su proceso evolutivo.

Tal vez deberíamos poner en práctica la idea de Christophe André, experto en tratamientos contra el miedo del Hospital Sainte-Anne de París, quien propone la creación de escuelas que divulguen los mecanismos de defensa contra esta emoción desagradable, igual que hay instituciones para informar sobre diabetes u otras dolencias.