Geffen Records

Duró pocos años en la industria del cine. En algún punto del camino le diagnosticaron una enfermedad letal, por lo que se retiró deprimido a dar clases en la escuela de negocios de Yale.

Milagro improbable: un año después de esperar su inminente muerte se enteró de que las especulaciones médicas estaban equivocadas. No tenía nada. Sobreviviría. Entonces comenzó uno de los capítulos más impresionantes en la historia del entretenimiento: Geffen Records, uno de los sellos más importantes en la historia del rock comercial.

A esta discográfica debemos clásicos tan grandes como Double Fantasy de John Lennon (el último de sus discos en vida), los grandes sencillos de Donna Summer, la discografía entera de XTC, los discos ochenteros de Neil Young y Peter Gabriel, los famosos de Aerosmith, Whitesnake, Guns N’ Roses, Slayer, los mejores musicales de Broadway… Cánon increíble de las listas de popularidad.

DGC

Tan buen ojo tenía Geffen en asuntos musicales que, nada más cruzando la frontera de la década de 1990, armó otra compañía subsidiaria, DGC, para llevar al mundo el entonces novedoso "rock alternativo".

Si alguien ha escuchado de un grupo llamado Nirvana es gracias a esta inventiva. Tan exitoso en cuanto a ventas como el Hotel California, Nevermind resultó tan impactante como los más grandes de los Beatles, los Stones, Pink Floyd.

DGC también lanzó el clásico y amado Odelay de Beck, el homónimo debut de Weezer, los discos consagrantes de Sonic Youth, los trancazos comerciales de Counting Crows y 10,000 Maniacs.

En cuestión de negocios e impacto, estamos hablando de un verdadero genio del scouting, tomando siempre en cuenta que, para sus compañías, Geffen empezaba trabajando casi en completa soledad.