El amor es “eso” que nos hace comportarnos como tontos. Hasta el más rudo se convierte en un bebé indefenso cuando encuentra a su otra mitad. Aceptémoslo, estar enamorados nos transforma en unos ridículos de primera.Buscamos mil formas para demostrar nuestro amor y la verdad, es que muchas son ridículas, chistosas y en algunos casos terroríficas.

Y es que hay de cursilerías a cursilerías. Una cosa es regalarle flores a tu pareja y otra muy distinta es guardar sus uñas como recuerdo de la primera vez que se quedaron a dormir juntos. Eso sí da miedo.

Hicimos una lista de algunas cursilerías que más que enamorar, espantan.

¡Felices 24 horas!

Te fuiste de fiesta. El alcohol tuvo una presencia importante en tu cuerpo y te condujo a hacer cosas que sobrio no habrías hecho. Hablarle a tu amor platónico, por ejemplo. Tuviste una noche de pasión, te divertiste. Todo bien.

A la mañana siguiente te despides de tu chic@, se pasan los celulares y se quedan de ver más tarde. En el reencuentro se acerca a ti con chocolates y una gran sonrisa. Te abraza y te susurra al oído: Felices 24 horas, mi amor. Entonces es cuando escuchas esa voz en tu cabeza que te exhorta a salir corriendo sin mirar atrás. ¡Hazlo!

Mira, amor: ¡Me tatué tu nombre!

Hay muchas formas de decir ‘te amo’ sin hablar. Pequeños detalles que alegran el día de tu pareja. Regalos sorpresa, etc. En fin, hay mil maneras de demostrar que te estás tomando en serio la relación y que esto va para siempre.

Pero hay quienes exageran y llevan esto al extremo. O a su piel.Algunos insiten en llevar el nombre de su pareja en forma de tatuaje a todos lados, pensando que es algo súper romántico y trascendental.

Antes de hacer algo así piensen que no todo es para siempre y después, será muy difícil explicar ese tatuaje en tu hombro que anuncia “Laura, te amo”. Sobre todo si Laura no está, Laura se fue.

¿Te imaginas cuando seamos viejos?

Todo es caricas y diversión al inicio de una relación. Ese momento en que dos humanos parecen más bien una gran bola de brazos y cabello. Muéganos humanos, pues. Es una situación placentera en todos los sentidos. Es cuando entre amantes se dicen las cosas más cursis del muno.

Pero si en plena cursilería se le ocurre señalar a un par de viejitos y te dice “me gustaría llegar así contigo” debes analizar la situación, darte cuenta de que te están tomando muy en serio. Si estás bien con eso, quédate. Si lo que quieres el libertad huye al momento.

Factor Cristian Castro

Habiendo miles y miles de canciones de amor en el mercado no podemos creer que existan personas que piensen que dedicar canciones de Cristian Castro es buena idea. Si estás en esta situación, más que huír, pregúntante. ¿Qué hice para merecer eso? Y ten cuidado, probablemente el siguiente paso sea que te pidan teñirte el cabello de rubio cenizo.

Peluches y flores en la oficina

Nada dice “se lo que estás haciendo todo el tiempo y no hay forma de que te ocultes de mi” como llegar a la oficina y encontrar tu lugar atiborrado de peluches, flores y chocolates con un mensaje de tu amado que diga: te llevo en mi corazón siempre” Todo esto mientras suena “Every breath you take” desde el estómago del peluche que te dejó en tu lugar.