Hay muchas mujeres que dicen que comprender al hombre es, básicamente, algo muy simple, tan simple que es complicado y, a pesar de que hay cierta verdad en ello, los caballeros somos seres complejos con virtudes, debilidades y muchos (muchos) secretos.

Así que, no somos seres tan sencillos. Para probarlo, aquí les van algunos secretos que probablemente no sabían sobre nosotros. Obviamente publicamos los más comunes, tampoco se trata de balconearnos.

Disfruten.

– Somos maestros del chisme

No hay nada más venenoso que la lengua de un hombre. Cuando estamos en confianza, con los cuates, cheleando, damos rienda suelta a nuestras feroces críticas sobre el mundo. Nadie sale a salvo.

– Somos más tetos de lo que creen

Ok, ustedes saben que al hombre promedio le gustan los videojuegos, el futbol y las mujeres, pero ¿sabían sobre nuestra afición a cómics originales, a figuras de colección y primeras ediciones? En realidad, somos mucho más tetos de lo que creen, pero debemos mantener nuestra imagen de macho alfa ante ustedes.

– No todo el tiempo pensamos en sexo

Parece que sí, pero no. La verdad es que sí nos interesan los sentimientos, las cualidades de las mujeres, su personalidad y objetivos en la vida. Claro que éstos cobran más interés envueltas en un cuerpo con las medidas exactas.

– Soñamos con ser rockstars

Desde pequeños, siempre soñamos con ser rockstars. Nos paramos frente al espejo y cuando nos peinamos, o nos lavamos los dientes, nos gusta imaginar que somos amados por todos. Algunos, incluso, demuestran sus virtudes cantando en la regadera.

– Somos más vanidosos que ustedes

Quizá la imagen desaliñada de algunos de nosotros parezca un accidente, pero no podrían estar más equivocadas. Esos gallos accidentales, esa barba de tres días y esa sonrisa misteriosa no son casualidad. Es difícil mantenerse atractivo para ustedes, chavas, tenemos que usar loción, gel, cremas, fijador y mil cosas más.

– No sólo vemos pornografía en internet

A veces también buscamos documentales interesantes, tips para conquistar a nuestras mujeres y tutoriales para arreglar ‘eso’ que se descompuso en casa y que, honestamente, no tenemos idea de cómo arreglarlo.

– Exageramos todo

¿Recuerdan esa historia de nosotros peleando contra siete tipos en un bar? Ok, quizá exageramos poquito. En realidad era un wey que nos empujó, discutimos y al final terminamos echando la chela juntos, pero, bueno, a veces la ficción es más divertida.

– Decimos la verdad

Quizá muchas mujeres estén pensando que ésta es la peor mentira de la vida y déjennos aclarar que se trata de limpiar nuestro honor como hombres, pero es la neta. A veces sí decimos la verdad, a veces sí estábamos en la oficina cuando se los dijimos y a veces sí fue un malentendido habernos encontrado con otra. O sea, tengan consideración.

– Somos stalkers profesionales

¿Creías que sólo tú sabías cómo stalkear el perfil de tu novio? ¡JA! Nosotros estamos un paso más adelante. Tenemos nuestras formas de saber quién es ese tipo que tanto te escribe y le da like a todas tus fotos. ¿Cómo? No te vamos a decir, obvio.

– Tenemos nuestro popio código

Entre hombres, hay reglas que no se pueden romper, como “nunca te ligarás a la ex de tu amigo”, “nunca harás que tu compa parezca un debilucho”, y así. Estos mandamientos son sagrados. Pero bueno, eso es otro tema muy distinto.