El pleno apogeo de los noventa. La estelariza Melissa Joan-Heart (también famosa por el programa “Sabrina, la bruja adolescente”) y nos muestra una familia donde los padres están la mayor parte del tiempo orgullosos de sus hijos, son comprensivos y, claro que sí, buenísima onda. Las peleas sólo se daban entre su hermano (Ferguson) y Clarissa, pero siempre terminaban haciendo un trato y no más peleas, al menos no durante ese episodio. Aunque los entendidos de la vida nos dicen que los padres también nos hacen dramas, esta es una de las mejores series que se han hecho sobre este tema. Inolvidable ese episodio donde Clarissa quiere ir de campamento con su madre, pero el mero día que escogen es el concierto de Nirvana. Sí, NIRVANA. Entonces Clarissa le platica a su madre y ella le dice que no hay problema, que es joven y debe disfrutar esas cosas. No no no, qué grandiosa señora.