Así como hay días para salir a mamonearle y posar en los lugares más chic, hay otros días en los que sólo quieres relajar la raja y disfrutar de tragos baratones y a gustito con los amigos.
Para eso el Centro del DF se pinta solo y ofrece muchos buenos lugares para irte de parranda con la muchachada por precios razonables. ¿Pero qué pasa cuando sales del congal y andas con apetito feroz?Para eso nos dimos a la tarea de elaborar una guía para tragones postfiesteros del Centro Histórico, esos para los que el mejor after es atascarse de deliciosas garnachas. ¡A darle, que es mole de olla!

La Pagoda

También conocido como “La Pagorda”, este lugar debe su sobrenombre a sus abundantes raciones. Ya sea que elijas a la carta o uno de los paquetes económicos que se sirven las 24 horas, La Pagoda es una excelente opción si traes un apetito verdaderamente feroz.
Es que verá usted, el pack le incluye lo que viene siendo el tradicional café con leche, jugo o fruta, algún platillo que puede ir desde plátanos fritos con crema hasta carne asada con chilaquiles, todo por un promedio de 60 pesitos. Además es una excelente opción para caerle mientras abren el metro o empieza a pasar el Trolebús en Eje Central.

Café El Popular

Si anduviste echando el bailongo en lugares como el Club Atlántico o a las fiestas que se arman en el penthouse de Palma 40, tu opción es caerle a la cafetería El Popular.
Tiene un concepto muy parecido al de La Pagoda pero más cerca del Zócalo, El Popular es otro de los lugares preferidos por los trasnochados que se guarecen de las inclemencias de la madrugada.
Ya que estás ahí, échate un delicioso pancito dulce y un café con leche, no te vas a arrepentir.

Garnachería El Tlaquepaque

Ahora que la ley dicta que a las tres de la mañana todos los congales ya deben estar cerrados, el Tlaquepaque es una buena opción para cerrar la noche después de un baile furioso.
Tienen una cocina variadita que va desde la birria en su humeante platito de barro, hasta las tortas al pastor. Lo que no deben perdonar de aquí son las gorditas ni los huaraches. No son porciones fresas (sorry, Califa) así que si vas a pedir un alambre, vas a quedar satisfecho y hasta le puedes convidar un taquito al metiche de al lado.
Lo único malo es que su hora de cierre es un albur y todavía no sabemos de qué depende: a veces lo encuentras abierto hasta las 4 de la mañana, pero otras ocasiones le caes como a las dos y ya están lavando las parrillas. Chale.
El Tlaquepaque
Independencia 4, Centro

Las quesadillas de La Güera

Acabas de salir del Marrakech, uno de los lugares que te prometen sauna, masaje, toqueteada y música frenética, todo en uno. Es bastante claro que necesitas reponer las valiosas calorías que acabas de perder en ese temazcal involuntario. No te preocupes, que a la vuelta te esperan las quesadillas de La Güera, con un delicioso surtido que promete dejar satisfecho a los paladrares más exigentes.
Que si la queca de chicharrón, que si la de picadillo, que si la de quesito (no, quesadilla de queso no es pleonasmo amigo de provincia), las quesadillas de La Güera alimentan la panza y también el buen ánimo. Ella siempre sonriente, dicharachera y alburera te atenderá. Ojo, no es un local para fresear, es el clásico puesto callejero para sentarse sobre un banquito de plástico y limpiarse con un cuadrito de papel de estraza, por si pensabas llevar a uno de esos amigos pipiris nais que a todo le ponen cara de fuchi. Pero de que son deliciosas, lo son y nosotros nunca nos hemos enfermado de la panza ahí.
Quesadillas de La Güera
Callejón Héroes del 57, Centro

Los tacos de Meto

No, no es albur, así se llaman y es un puestecito que está justo en la esquina de República de Cuba y el Callejón Héroes del 57. Es uno de esos localitos ambulantes con aires de cocina gourmet, toda una joya.
Instalado en una de las calles del centro con más vida y sabor (recordemos que en Cuba están La Purísima, el Río de la Plata, La Perla, El Viena y El Oasis) este restaurantito sobre ruedas tiene de todo un poco: burritos de tamaño colosal, tacos de chistorra y salchichón para los más golosos; hot dogs bastante respetables y unos tacos de arrachera bueníchimos. Este puesto está abierto hasta que cierran los últimos congales de la zona, por lo que seguro te encontrarás a sus meseros, bar tenders y djs echando el taco y rememorando lo mejor de la noche.
Los Tacos de Meto
República de Cuba esq. Callejón Héroes del 57, Centro

Tacos Los Cocuyos

Ubicados en la calle de Bolívar (sí, la de los instrumentos musicales) está la taquería Los Cocuyos. Otro de esos lugares a los que puedes caer a cualquier hora del día y no hay falla, siempre están abiertos. Esto resulta una bendición para todos los que salen del antro o del after con ganas de unos buenos taqueshis en la zona del Centro. Hay de suadero, de cabeza y longaniza, pero la especialidad son unos buenos campechanos.
Ojo: estos tacos los sirven SIEMPRE con salsa y con una porción bastante generosa, así que si no le haces a eso del chile, mejor dile al taquero que los tuyos van a ir sin picante. Ya encarrerado pídele unas cebollitas y a disfrutar uno de los tacos más chidos del centro.

Tortas de chilaquiles y otras delicias

Antes atravesar la Alameda para llegar a la zona de El Caballito resultaba deporte extremo. Ahora con la remodelación -que quedó bastante mona-, caminar por sus pasillos bien iluminados es una opción romanticona para los que quedan con antojo de chilaquil después de tanto perro intenso.
Al llegar a Artículo 123 casi esquina con Bucareli, encontrarás un oasis de tortas, cafecito y pan dulce, donde la especialidad son las legendarias tortas de chilaquiles. Ubicados en la famosa “Esquina de la Información”, seguro compartirás espacio con más de un periodista.
Tortas y chilaquiles
Artículo 123 casi esquina con Bucareli, Centro

Sanborns

No falta que caes con el amigo que cuenta la leyenda urbana de que una vez le salió una cucaracha en sus quecas o que teme que los tacos de la esquina le resulten de perro. Para esos paranoides exquisitos siempre está la opción Sanborns, pero ojo, ya muy pocos abren las 24 horas. Uno de estos sobrevivientes es el de Avenida Juárez esquina con López, mejor conocido como el Sanborns de SEARS.
Este restaurantito chiquito pero rinconero es uno de los preferidos de los que andan de fiesta por Madero y necesitan esperar a que abra el metro porque la patria anda pobre y no alcanzó para taxi. Por un cafecito de menos de 20 pesos puedes esperar horas y horas sin que te corran y de paso desparramarte a gusto en los gabinetes acolchonaditos del café.
Sanborns
Av. Juárez, 14, Centro
Esperamos que esta guía para parranderos tragones del Centro Histórico les haya servido queridos chilangos, porque ustedes son importantes para nosotros y los queremos ver triunfar.
Si tienen alguna sugerencia que crean que se nos pasó y esté cerca del primer cuadro de la ciudad, bienvenida. Y recuerden, queridos lectores: ¡no sean fresas, ya salgan de la Roma y la Condesa!