—¿Cuál ha sido tu peor momento en el fútbol?

—Cuando me tronaron la rodilla en un partido de la selección. Ese fue el peor momento de mi carrera. Estuve triste, mal, hasta baje de peso, estaba deprimido. Pero también sé que son cosas que te pone el destino para ver si las puedes superar.

—¿Cómo superaste ese trago amargo?

—Pienso que todo pasa por lo mental. Yo estaba en España y allá me mentalicé. Dije: me voy a recuperar. Y gracias a Dios me recuperé y estoy muy bien. Me metí un poco de presión para recuperarme y gracias Dios salí adelante.

—De no haberse producida esta lesión, ¿habrías hecho una larga carrera en España?

—Yo creo que sí. Corrí con mala suerte porque el entrenador no me dio las oportunidades que necesitaba. A veces me ponía, a veces no. Fue difícil. No me explicaba porque no me daba oportunidades ya que siempre que me ponía a jugar respondía con goles. Y dejaba de meterme. No se porque no me dio una verdadera oportunidad.

—¿Cómo era tu relación con tus compañeros del Valladolid? Sabemos que contra Real Madrid les hiciste perder una apuesta porque ellos mismos le iban a su quiniela al Real Madrid, no a su equipo…

—Yo me llevaba muy bien con ellos. Siempre hacían una quiniela antes de cada partido. Todos los jugadores ponían de su dinero para jugar la quiniela. Ese día metí un golazo de tiro libre, de ultimo minuto. Perdíamos 1-0 y con mi gol empatamos 1-1. Y sí, les hice perder mucho dinero.

—¿Y tu le entraste a esta quiniela?

—Sí, porque todos poníamos una lanita para meter la quiniela.

—¿Cuánto perdieron?

—No, realmente no tengo ni ideas de cuánto, pero era muy buen dinero.

—¿Qué dijiste: perdemos la lana o ganamos el partido?

—Yo considero que es muy difícil que en el fútbol haya mafia. Si yo hubiera sabido que como nos iban ganando uno-cero, con eso íbamos a ganar un resto de lana, todos estamos consciente que no lo voy a hacer, ¿verdad? Yo trato de hacer mi trabajo y hacer bien las cosas. Me tocó la suerte de meter el gol y pues ni modo: se perdió el dinero, pero le metí un gol al Real Madrid, que es lo más importante.

—¿Cuál es el peor miedo que tienes en el fútbol?

—Ya ninguno. En el fútbol no tengo miedo a nada. Al principio le tenía miedo a las lesiones, pero ahora ya sé que uno se puede recuperar.

—¿Cuáles han sido tus peores adversarios en la cancha de fútbol

—Todos. Yo, al igual que todos mis contrarios, defendemos nuestra playera. En el campo nos decimos de todo. A veces se calientan los ánimos y nos decimos bastantes groserías. Pero afuera las cosas no pasan a mayores. Tengo amigos de otros equipos y en los partidos nos decimos de todo, pero luego nos volvemos a ver y seguimos tan amigos.

—¿Qué significa para ti la camisa del América?

—Mucho. Me lo ha dado todo. Estoy muy contento con esta playera porque soy americanista desde que nací. Casi toda mi carrera la he hecho en el América, con poquito tiempo en el Necaxa (un año), en el Veracruz (seis meses) ye en el Valladolid de España (menos del año).

—¿Cómo aguantas la presión de un estadio lleno al momento de resolver una jugada de gol que puede significar el triunfo o la derrota?

—Cuando hay un partido así, de presión, tratas de hacer las cosas bien porque ya no tienes porque ponerte nervioso. Nervioso cuando apenas estas debutando, en tu primero, segundo o tercero partido. Ahí sí tienes un poquito de miedo. Pero conforme pasan los partidos te vas acostumbrando a la presión.

—¿Quién te enseñó a soportar la presión?

—Yo mismo. Ya lo traía desde chico. Tenía cualidades para no sentir presión. Para mí el fútbol es divertirse en al cancha, pero con responsabilidad.

—¿Y qué sientes cuando todo el estadio te abuchea, sobre todo cuando el América es de visitante?

—Yo trato de hacer goles para que les duela más. Eso me motiva para hacer mejor las cosas. En mí se crea una reacción positiva y no negativa.

—¿Has logrado todos tus sueños infantiles?

—Sí, ya gracias a Dios se me cumplieron todos mis sueños. Sé que no debo ser conformista, debo aspirar a más.

—¿Cuáles son los sueños que cumpliste?

—Imagínate: ser titular en el América, ser titular en a selección nacional, ir a dos mundiales, salir campeón en México e irme a jugar a España. Con esto me voy tranquilo, pero no soy conformista. Ahora en el América quiero seguir buscando campeonatos.