¿Qué?

No necesitamos más explicación. Michael de ser un cachetón niño de nariz ancha, un afro de micrófono y un color de chocolate, pasó a ser un E.T. de color lechoso, nariz de alfiler y el cuerpo de un prisionero de Auschwitz.

¿Lo vamos a extrañar?
Noooo, corría la leyenda urbana que se bañaba en cloro. Entonces no… aunque ahora, está la duda: ¿en su funeral, la gente irá vestida de blanco o negro?