¿Qué dijo?

“Realmente nunca he querido ir a Japón, simplemente porque no me gusta el pescado, y sé que es muy popular en África”.

¿Cómo ayudarle?

Oh, caray. ¿Cómo hacerlo? Hay tanta estupidez en esa frase, tantos niveles de pendejez, que podemos empezar por decirle que no importa que coman mucho pescado en Japón, puede ir y comer en un McDonalds como seguramente lo ha hecho los últimos cuatro años. Segundo, ¿Japón, África? Oh, Britney…

Nivel de estupidez

15 (la gran ganadora).