La hermosa capital veracruzana fue escenario de una de las batallas más cruentas que haya vivido el país: 14 muertos, dos de ellos militares, fue el saldo de una balacera que inició en una de las zonas periféricas de la ciudad y terminó un día después, expandiéndose por toda la geografía jalapeña.

El gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, dijo que 12 de las personas que perdieron la vida corresponden a presuntos integrantes de la delincuencia organizada.

El botín: 5armas largas, 3 armas cortas, 4 granadas, 10 cargadores, 3 chalecos antibalas, 3 vehículos con reporte de robo y 6 fornituras negras.

Al momento de la crisis, la psicósis reinó, pues las redes sociales hicieron de las suyas y distorsionaron información de tal suerte que los reportes indicaban un enfrentamiento muchísimo más agresivo y preocupante.

Ya van dos enfrentamientos en la entidad veracruzana, en menos de un mes. Esperemos que este sea el último. Aunque sí, de esperanzas está hecho el hombre.