Accedan

Gírenle la tortilla a quien los ofenda y accedan a lo queestá pidiendo. Normalmente, su reacciónserá tan inesperada que él no sabrá qué hacer, se callará y correrá asustadomientras ustedes lo persiguen gritando: "¡En serio! ¡Te echo el pulque perocuradito de cacahuate!". Si les piden "unfavor" párense y díganle "órale, bájate los pantalones, ándale".

Ojo, pueden correr el riesgo de que el otroacepte su respuesta en vez de asustarse, pero en ese caso, nada que un clásico"¡naaaaaaaaaaaahhhhhh!" no pueda arreglar.

Metan a su mamá

No importa qué les digan. El popularísimo "tu mamá" es una fuente sin fin que aplica a absolutamente todo. Les dicen que vean el techo blanco, díganle que lo vea su mamá. Que allá en 3 palos les echaron una casadesvencijada, sí, con su mamá. Algúncomentario con relleno cremosito, el lomo de alguien o una bajada por loschescos: sí, su mamá. Y sí, tal vez laotra persona diga que son malísimos albureando, o lo que sea, pero al final, élserá quien abandone el duelo porque sólo recibirá comentarios de su madre.

Es el equivalente a cuando jugando Street Fighter en lafarmacia, Bison te agarraba a barridas en una esquina. Horrible, pero productivo.

Recurran a la violencia

No me gusta andar fomentando los golpes, pero sí creo que –amenos de que puedan dar una buena batalla de albures– lo único que les puede evitarla humillación son unos buenos trancazos. Es un poco complicado porque aunque manden a la otra persona alhospital, ustedes quedarán como el perdedor que no supo qué decir y soltó elprimer golpe. Aún así, dudo que losvuelvan a alburear. También puedensimplemente amenazar o rayarle el coche, tal vez con la forma de un órganosexual para que tenga que ver con todo esto.

No lo sé, busquen una alternativa para ofender de la cual melibren de toda responsabilidad legal y moral al terminar de leer esta oración.