El año nuevo fue recibido con tono helado en Acapulco, donde este domingo 9 de enero fueron encontrados 15 decapitados en el estacionamiento de una plaza del puerto. La cosa es seria, porque sí, los capos se volvieron locos.

El bello puerto de Acapulco se pintó de rojo y en algún punto perdimos la cuenta de cuántos fueron los ejecutados y decapitados. Al final, sumaron un total de 28 asesinados, aunque unos decían que 33 y otros que 28. Cualquiera que sea la cifra, tantas víctimas del narco, en dos días, son muchísimas.

La pelea por la plaza guerrerense parece no tener un fin cercano, y se antoja pronto el castigo de la inversión turística y de infraestructura.

En este sexenio ya no hay respeto por nada. Los capos ya no respetan un lugar de sana diversión y un clásico de los chilangos para pasar el fin.

¿El colmo? Israel Soberanes, secretario General de Gobierno, hizo un llamado a la ciudadanía para que no caiga en pánico…pero cómo no, si ESTÁ DE MIEDO.

Y, obvio, ahogado el niño a tapar el pozo: el Ejército y la Marina iniciaron patrullajes en el puerto. Perdemos una de las ciudades más visitadas de México.