Una relación amorosa tiene siempre sus matices, sus crisis y asegunes: que si tu pareja es celosa y posesiva, que si te puso el cuerno, que si ya te colmó el buche de piedritas… Ante la adversidad, siempre hay dos opciones: o escarbas entre las cenizas y le atizas duro para revivir la llama, o a otra cosa, mariposa.

No obstante, desafanarse de un noviazgo insoportable puede resultar más difícil de lo que parece; no todos poseemos la suficiente habilidad para tronar al ser que un día nos hizo palpitar de lujuria, tentación y amor del bueno.

Por ello, a continuación te ofrecemos nueve maneras de concluir un idilio, algunas muy elegantes, unas crueles y otras de pésimo gusto, pero eso sí, todas recurrentes: o las hemos llevado a cabo, o nos las han aplicado sin razón y sin misericordia.

1. Mediante un mensaje

Existen personas que no se atreven a destrozar un corazón, de modo que sólo envían un mensaje corto, claro y efectivo (carta, inbox o whatsapp); una despedida cortés pero muy firme: “eres un ser especial”, “lo nuestro fue lindo”, “te agradezco todo”, “la mejor de las suertes”. La mera verdad, este modo de tronar es práctico pero algo sacatón, aunque muy socorrido.

2. Que alguien más se lo diga por ti

Ésta es muy de secundaria, pues un adulto (en teoría) tendría que afrontar la responsabilidad de pararse cara a cara con su víctima, mirarla a los ojos y darle el golpe letal: ¡vete al averno! Sin embargo, siempre hay quien tiene el mal gusto de mandar a otro para que le haga el trabajo sucio (¡para eso me gustabas!).

3. Frente a frente

¿Sólo quedan las ganas de llorar al ver que nuestro amor se aleja? Si es así, nada como ser valientes y decirlo con todas sus letras, de frente, sin argucias ni intermediarios, como va: “Hasta la vista, baby”. Se siente gacho, pero más vale una pinta que cien coloradas, a la larga es mejor.

4. “No eres tú, soy yo”

La frase clásica que te saca del apuro sin error. La ventaja: es casi una convención, todos saben lo que significa y eso favorece mucho a la hora de batear a alguien. Desventaja: está algo trillada, aunque puedes echar mano de la variante más sincera: “no soy yo, eres tú”.

5. A la Houdini

Sin decir agua va y como por arte de magia, escapas y desapareces para no ser visto nunca más. Podría considerarse mala onda, pero quién sabe, en una de ésas es mejor decir: “más vale aquí corrió, que aquí quedó”.

6. Díselo con flores

Un ramote de cempasúchil y ya (o en todo caso, una corona fúnebre); si es un ser inteligente, sabrá el significado. También, algunos mandan rosas blancas (símbolo de amistad), pero puede mal interpretarse y entonces sí: ni Dios te salva de otros diez años de matrimoniazgo chafa.

7. En la estación del Metro Balderas

Ciertos novios prevenidos optan, como dice la canción, por perder “accidentalmente” a su amor en un lugar público. Ventajas: es más difícil que el ser bateado te arme un numerito delante de mucha gente, que si lo cortas en privado. Desventajas: si a tu ex le vale queso el “qué dirán”, ya fuiste: prepárate para el berrinche épico ante las miradas de los desconocidos.

8. Bodorrio y chilpayates

Una estrategia más creativa consiste en la proposición de matrimonio y, por supuesto, en expresar las buenas intenciones de procrear muchos hijitos. Si funciona, tu pareja se asustará y te abandonará, así que no tendrás problema pa’ librarte del vínculo afectivo; de lo contrario, ¡tsss!, ya te amolaste.

9. ¡Cero sexo!

Nunca falla. El celibato espanta incluso hasta a los más aferrados. Ten la seguridad de que tu amorcito saldrá corriendo por sí mismo y sin ayuda, si te declaras en huelga indefinida (con sábanas rojinegras y toda la cosa) en los menesteres del catre y la pasión sexual.

En fin, éstas son algunas de las muchas maneras de terminar con alguien o de que nos manden a volar, sin escalas ni regreso. Y para ampliar el cúmulo de la experiencia colectiva, compártenos lo tuyo: ¿de qué otro modo has acabado una relación? ¿Te han cortado por lo sano? ¿Cómo fue? Cuéntanoslo todo.

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