¿Cuándo se veía guapísimo?

Aunque se opongan. Travolta ganó muchos puntos de galán (con nuestras mamás, al menos) moviendo el esqueleto en Vaselina: chamarra de cuero, calcetines blancos y zapatos negros (¡el horror, el horror!) y un movimiento de caderas muy peculiar. Luego le subió a su score manejando un taxi en Mira quién habla y la verdad es que la fórmula: galán sobre ruedas-de ojos pispiretos- que la arma con los niños fue el hitazo.

¿En qué momento dejó de verse bien?

Cuando dejo la pose de hombre desinteresado y, de hecho, se empezó a involucrar en mejores películas. Poco a poco vimos a un Travolta un poco más madurón, con looks que no se centraban tanto en su apariencia (y vamos, en Pulp Fiction baila pero su corte de cabello es fatal).

¿Qué le pasó?

Engordó y engordó un poco más y como vio que nadie le decía nada (y sus papeles de capo, policía o padre de familia no le exigían más), siguió con la engordadera. Dígamos que su papel de ama de casa en Hairspray se lo tomó muy enserio.