Hoy estamos de manteles largos. Hace 40 años, el barrio de Tlalilco le dio al mundo uno de los mejores futbolistas mexicanos, el polémico, el irreverente, el divertido y talentoso Cuauhtémoc Blanco.

Y para celebrar un día tan especial, enumeramos 9 aspectos que lo han convertido en todo un divo a los ojos de los verdaderos aficionados al pambol.

Su personalidad

Cualquiera que diga que no conoce a Cuauhtémoc Blanco, está mintiendo. Tal vez no les guste el futbol, pero no pueden negar que de alguna manera ha llegado hasta sus oídos el nombre de este irreverente jugador que igual movió masas en el América, la Selección Mexicana, y ahora con Dorados de Sinaloa.

A él se le ama o se le odia, a nadie le es indiferente y eso se lo debe a su talento y a su descarada personalidad, aplicada por igual dentro y fuera de la cancha.

Sus golazos

Qué importa si eres Chiva, Águila o Puma, el verdadero aficionado al futbol siempre reconocerá que el talento del Cuau es incuestionable. Golazos con la playera nacional o con los nueve clubes a los que ha llegado lo comprueban.

A balón parado, de media y larga distancia, con drible en el área, bien colocados al ángulo, con las pompas y hasta con la joroba. Aquí les dejamos una probadita para que se den un quemón.

Su sentido del humor

Es el más bueno para soltar un chascarrillo. A sus compañeros siempre los mantenía entretenidos con su sentido del humor. Nunca le ha importado decir un chistorete en plena conferencia de presa, en la concentración o en un evento público.

O las bromas manchadas que le aplica a sus colegas de profesión, como bajarles los pantalones en público, o decirles rucos ante los medios de comunicación.

Sus frases

Le encanta la polémica. Sinceridad es su apellido porque nadie (que se lo merezca) se le escapa. No importa que sea técnico, compañero o comentarista deportivo, reparte ponzoña por igual, y si no, pregúntenle a David Faitelson.

O la que le llovió al ex jugador de los Pumas, Israel López, quien fastidió al Temo con la marca: ‘El enanito ese de dos metros y medio me quiso lastimar, no es que me hayan marcado bien’, dijo, tal vez porque también le dolió la derrota de su equipo.

Aunque entre sus frases hay una ‘inofensiva’ que va dirigida a toda la chaviza que lo sigue: ‘Coman frutas y verduras’, el broche de oro en todas sus entrevistas.

Tepito

Aunque no nació en el barrio bravo, el Temo siempre ha sido identificado como de Tepito. Ahí se aventó gran parte de su vida hasta que le cayó la fama, brilló con el América y comenzó a salir con las buenonas de las telenovelas.

Pero la mayoría de los distinguidos residentes de la zona, se expresan de él con mucho cariño y admiración.

Su popularidad

La popularidad del Temo es incuestionable. Basta con ver cómo se disparan las ventas de las playeras que se pone y los tumultos que se hacen a su alrededor cuando anda de a mortal por las calles o los aeropuertos.

Con decirles que hasta ‘actuó’ en varias telenovelas, para entrarle con todo a la explotación de su imagen.

Su paso por Chicago

El Temo puede jactarse de haber vivido en una de las ciudades más espectaculares de Estados Unidos, la ciudad de los vientos, a la que llegó a jugar con el equipo local, el Chicago Fire, en donde por supuesto también se convirtió en ídolo.

Su joroba

Todos de mofan de su joroba, hasta él. No hay parodia en la que no aparezca como tema de burla. Lo que nos recordó una anécdota en la que su compañero en América, Germán Villa, se refirió a su joroba como su pulmón del juicio.

Sus amoríos

53956Quién lo viera, así de galán.

Quién lo viera, así de galán. (Especial)


Nadie en este país, bueno, ningún jugador, puede presumir el haber romanceado con figurones (sarcasmo) de la televisión como él, pues anotó en su lista de ligues a Galilea Montijo, La Nacha Plus (Liliana Lago y con la que tiene una hija), Rossana Nájera y Sandra Montoya.

Por estas y muchas otras cosas más, su condición de divo hace que lo odien por puritita envidia.