¿Por qué impulsar una medida así?
A estas alturas del siglo, parece una necedad. Por desgracia, hay mucha gente que le falta el respeto a las mujeres. Y, vaya, es cierto que no es lo mismo tortear a una en el metro que chiflarle a otra en la calle, pero el principio es idéntico. Para los que todavía ejercen estas prácticas, una noticia: ninguna mujer es un objeto.

¿Cómo cambiarán las cosas para bien?
Imaginemos por un segundo una ciudad sin albañiles echando piropos. Sin mujeres violadas en los rincones, sin adolescentes traumadas porque un imbécil se la torteó con todo en el metro. Eso sería un México nuevo.

¿Y si se malentiende la medida?
De nuevo, un mensaje a los manoseadores: toquetear a alguien en el metro no es rendirle homenaje a su belleza, sino todo lo contrario. Así que dejen de hacerlo ya.

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