Iniciaron las jornadas del jamón serrano en todos los restaurantes del Centro Castellano (Puerta de Castilla, Casa de Castilla, Torre de Castilla). En cada lugar se preparan 25 platillos, de la entrada al postre, todos preparados con este ingrediente (sí, sí, el postre también). Aquí te contamos todo lo que debes saber para disfrutarlos y qué platillos te recomendamos.

• Serrano o Ibérico

El serrano no es jamón ibérico ni pretende serlo. La materia prima, el proceso y la maduración son muy distintas. Para que te des una idea de lo radicalmente diferentes que son, un jamón serrano es tan diferente de uno ibérico, como lo son un vino blanco de un tinto, para empezar los cerditos son de diferente “raza”.

• Tinto o Blanco

Tradicionalmente pedimos un tinto para acompañar un jamoncito, pero está demostrado que un blanco conun ligero paso por barrica y de notas minerales puede funcionar muy bien también. Al no ser tan marcado el sabor, no compite con el jamón sino que lo complementa.

• Con o sin grasita

La grasa del jamón es parte fundamental en el sabor. En las orillas debe llevar un poco y si está veteada entre la carne es mejor. Pide que siempre sea blanca.

• Aperitivo o plato fuerte

Aunque no sería difícil que te llenes sólo de jamón, piensa que tienen un sin fin de usos, desde un sencillo pan con tomate hasta complemento para un postre de turrón. El jamón puede acompañar todo un menú.

• Clarito u oscuro.

La única diferencia es la maduración y dependerá de tu gusto cual elijas. El maduro es más salado.

• Puntitos blancos y salitre.

Es común encontrar algunos puntitos blancos en la carne o trocitos de sal. Ambos son perfectamente normales y son el resultado de una buena maduración y secado.

• Lonchas delgadas y pequeñas.

Lo mejor para disfrutar del mejor sabor del jamón serrano es que sean lonchas delgadas, para que sea más fácil de masticar y cortas, para que no tengas que hacerlo rollito y sea demasiado protagónico el sabor.