Razón 1: México perdió el
único festival internacional que alguna vez valió la pena por razones
puramente comerciales (hablamos por supuesto del FICCO, que Cinemex
apagó por su falta de visión). El Festival Internacional de Toronto
(TIFF por sus siglas en inglés) es una opción mucho más real que
Cannes, Venecia o San Sebastián para el Chilango cinéfilo. Toronto
es una ciudad cercana y no sería tan difícil lanzarse: una buena idea
para el año que viene podría ser juntar un dinerito y darse
la vuelta a un atracón de cine. Una especie de Coachella cinéfila
¿a que no estaría mal?

Razón 2: Aunque algunos de
sus proyectos de dirección están empantanados, nuestro respetado Guillermo
del Toro acaba de exhibir en este festival "Los ojos de Julia",
su más reciente filme como productor. Se trata de una película de
terror, of course, en la línea de El Orfanato, que protagoniza
la guapa Belén Rueda. Morimos por verla.

Razón 3: Un nuevo documental
de Werner Herzog en 3D. Sé que muy poca gente valora en México a este
director alemán –quizás porque para las distribuidoras y exhibidoras
les resulta inclasificable–, pero Herzog es ese director al que Cannes
y Venecia no sólo admiran: temen. Su más reciente documental presentado
en el TIFF se adentra en las cavernas prehistóricas ubicadas cerca
del río Ardeche, en Francia, a las que sólo un puñado de personas
ha podido entrar desde su redescubrimiento en 1994. Y más que eso:
los lamentables hijos del Discovery Channel podrán comparar lo que
se puede hacer cuando se entiende la naturaleza más allá de la personificación
idiota de los "animalitos del bosque". Si alguien puede narrar el
horror de lo natural, ese es Herzog.

Razón 4: El estreno de la más
reciente película de Danny Boyle, "127 Horas" protagonizada por
James Franco. Después del cuestionable éxito á la bollywood
de "Slumdog Millionaire", Boyle regresa con una cinta despiadada,
de las que mejor le salen: se trata de la historia de un escalador de
roca que queda atrapado en un cañón por cinco días. Mientras el agua
escasea y la muerte acecha, Boyle realiza aquellas hazañas por las
que es reconocido como cineasta: revelar el verdadero carácter del
animal humano.

Razón 5: Carey Mulligan y Keira
Knightley en un Londres distópico: "Never let me go" es la
adaptación a la novela de Kazuo Ishiguro que describe un triángulo
amoroso en un universo alterno de posguerra. La dirección es del muy
extrañado Mark Romanek (conocido en los 90 por sus extraordinarios
videos de Nine Inch Nails y otras bellezas). Una joyita que esperamos
con ansias.

Y una "razón pilón"(personalísima):
si nos enteramos de quédiablos están viendo los cinéfilos en
el mundo, algún día vamos a dejar de tragarnos los blockbusters con
que nos arremeten las distribuidoras y las exhibidoras sin imaginación:
algún día en este país, alguien tiene que decirle a estos tipos que
estamos hartos de Crepúsculos y Shreks que duran 4 o
6 semanas en cartelera –hasta que le sacan el último mugroso centavo–.
¡Queremos espacios de estrenos para el buen cine, somos sus clientes
(y lo pagamos carísimo), es hora de escucharnos!