Tal vez te dediques a escribir, pintar, diseñar o hacer música… pero siempre, SIEMPRE debes tener un gusto alterno que sea chistosón y curioso.
Tejer, hacer yoga, cuidar un jardín (aunque sea zen y mida 10 centímetros cuadrados), tocar la mandolina, dar masajes, jugar tennis, la alta repostería, coleccionar timbres postales, hacer esculturas con envases de cartón o tomar clases de actuación son algunos hobbies que siempre puedes presumir en fiestas. Además de ser, también, talentos ocultos que puedes usar para ligar/impresionar.