20 datos curiosos de La Familia Burrón

Felicidades, Gabriel Vargas

Notimex

Para celebrar el centésimo primero aniversario del nacimiento de Gabriel Vargas, aquí les van algunas curiosidades de la herencia del aclamado historietista. ¿Cómo olvidar a Doña Borola, que se siente señora de la jai, al alien insuperable de Kakiko Kukufate o al aspirante a escritor Avelino Pilongano y su amiga, la tal poeta Olga Zanna?

 1. La Familia Burrón es la publicación más añeja del mundo con 61 años de publicación sin interrupciones (lloviera, tronara o relampagueara aparecía cada martes en los puesto de revistas y periódicos). Los que saben sacar cuentas dicen que el tiraje total fue de 1, 616 números desde 1948 hasta el 2009 (aunque se cree que el número verdadero es de 1,800 ya que también se publicaba en El Sol de México).

2. Su primer título fue El señor Burrón o vida de perro. Fue tanta su popularidad que comenzó a salir bajo su propio título en un cuadernillo de 34 páginas a todo color.

3. Son 55 personajes los que han pasado entre sus páginas.

4. Paquito presenta de la Editorial Juventud (después Panamericana) era una revista de cómic enfocada en sacar puro melodrama. Dependía de las historietas gringas (traducidas) y La Familia Burrón fue de las pocas historietas mexicanas que vio la luz en su contenido:

5. La Familia Burrón era publicada por la Editorial Panamericana en sus inicios pero la Editorial G y G, creada por Gabriel Vargas y su esposa Guadalupe Appendini, es la encargada de publicar la historieta a partir de 1978.

6. Macuca, alías La Pecocha, es la única que no tiene la nariz redonda como el resto de los Burrón Tacuche. Si se fijan, la suya es respingadita.

7. Borola y su hija Macuca suelen vestirse igual.

8. Ah, y siempre hay variedá en la vestimenta de los Burrón (no andan como el Mickey Mouse con el mismo chon rojo de toda la vida).

9. Frases como “está de rechupete”, “está bien chipocludo” y “estuvo a todo mecate” salieron de aquí. Llegamos al punto de no saber si La familia Burrón inventó palabras como “tepalcuanas” (nachas) y “vidorria” (vida) o si Gabriel Vargas las recogió del habla cotidiana. 

10. Gabriel Vargas siempre presumió de no hacer uso de palabras altisonantes en La Familia Burrón.

11. En su honor, se realizó el mural “Sueño de una tarde de domingo en el callejón del Cuajo” en 2010. Esta obra, ubicada en el Corredor Peatonal de Regina, mide unos 100 metros cuadrados y es parada obligada de foto pal Face. Alguien, en su chilanguitud máxima, decidió grafitearla con su firma personal (ocupando una quinta parte de la pared)…

12. Se lanzó un serio postal en conmemoración a La Familia Burrón el 13 de agosto de 2004.

13. A veces, Gabriel Vargas trabajaba más de 20 horas diarias. Para que no te quejes de que te negrean.

14.  Más de un malpensado afirma que Matt Groening hizo un copy-paste de La Familia Burrón para crear The Simpson.

15. En el Museo del Estanquillo (Isabel La Católica 26, Centro) se pueden encontrar dibujos originales de La familia Burrón, regalo de Gabriel Vargas a Carlos Monsiváis.

16. El año pasado se montó una exposición de La familia Burrón en la estación Salto del Agua y se colocaron estampas de gran formato en las estaciones Polanco, San Lázaro, Merced, Guerrero y Chapultepec del STC.

17. A los diecisiete años, Gabriel Vargas fue nombrado jefe del Departamento de Dibujo del Excélsior.

18. Gabriel Vargas vivió en la calle Moneda, de donde salió la inspiración para sus más exitosos monitos.

19. En una entrevista que le realizo Elena Poniatowska, el dibujante señaló que: “Como nunca llega a realizar lo que quieren, por eso les puse familia Burrón. Yo creo que un individuo que no es tonto, que es inteligente, que no logra centrar su capacidad hacia una cosa y está batalle y batalle y nunca prospera, es un burro, es un burrón. Así, don Regino no es tonto, pero como siguió la misma cosa de su papá, peluquero y peluquero, es un burro…”

20. Borola y Regino está inspirados en una pareja que conoció el propio Gabriel Vargas, quien hablaba de recordar a “una señora muy alta, abultada, (que) parecía cantante de ópera; el marido era abogado, chiquito él, y todos los días tenía que ir como balazo del juzgado a su casa para preparar la comida, porque su esposa se la vivía de paseo”. 

También lee: 

Manual para identificar a una buchona

Confesiones de un cajero de Oxxo

13 grandes inventos chilangos