Por Ruy Feben

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería la vida si viviéramos dentro de la tele? Pues acá damos respuesta a cinco cosas que podrían pasar si así fuera. Checa:

¿Cómo sería?

Es temprano por la mañana, y tú llevas mucha prisa para llegar al trabajo. Corriendo, sales de casa, bajas las escaleras del metro, llegas al andén, y, justo cuando ves que llega el tren, te das cuenta de que está atestado. Demonios. Así que haces acopio de valor y entras por la puerta frente a ti: te conviertes en el jamón de un sándwich humano y apestoso. Pero luego miras bien: la señorita que está a tu lado se parece demasiado a Kate Beckinsale. La otra chica se parece a Jennifer Aniston, la otra a Megan Fox. De pronto te das cuenta de que estar en un embotellamiento humano a las 7 de la mañana es lo mejor que te pudo haber pasado: después de todo, si la ciudad se convirtiera en un sitcom, habría que invertirle a la calidad visual de los actores, ¿cierto?

¿En qué cambiaría las cosas?

Ya nunca estaríamos de malas. Nunca jamás. Los embotellamientos serían equivalentes a pasar frente a vitrinas: en vez de hacer corajes, te regodearías viendo las bondades que los productores se han esmerado en ponerle a los extras. La mejor hora del día sería la hora pico, en cualquier medio de transporte, y, seguramente, Pantitlán no sólo sería el lugar más atiborrado, sino también el más in de toda la ciudad.