El ambiente de esta escuela es de los

pocos donde los niños lo disfrutan en lugar

de sentirse enclaustrados, esto, en parte

por su localización (a unos veinte minutos

del Periférico). Aquí no verás niños temerosos

de los prefectos ni mucho menos, si

algo se respira es tranquilidad y felicidad.

Su cuerpo docente es tanto nacional como

británico (hay tres maestros por salón) y la

mayoría de sus clases (80%) son impartidas

en inglés sin olvidar la identidad mexicana.

El sistema de casas (a la Hogwarts) hace que

exista un sano espíritu de competencia e integración.

Por sus características, se espera

que los alumnos entren desde preescolar.

De cualquier manera, al alumno potencial

le espera como requisito pasar un día entero

en la escuela, esto no sólo para ver si le

gusta sino para una integración completa.

Como buena escuela británica, espera que

los niños jueguen cricket, pero eso sí, no dirán

“God save the Queen”.