Sabedores de que todos somos distintos, este colegio promueve una educación abierta donde el alumno tiene la libertad de argumentar, indagar y formar su propio conocimiento. Promueve que cada niño encuentre aquello para lo que tiene más facilidad, ya sea el deporte, la ciencia o el arte. El modelo contempla también a las familias, una vez al año imparten un curso para padres al que asistir es obligatorio. Forma parte de la Federación de Colegios del Opus Dei, así que la formación humanista es considerable: cada semana los niños entran al confesionario y se ofrece una misa al mes, sin olvidar la obra social. Algunas actividades se realizan de manera grupal, al más puro estilo Harry Potter los alumnos se organizan en “casas” compuestas por todos los grados con todo y ritual de iniciación incluido, una estrategia para prevenir el bullying y fomentar la integración. Uno de sus programas más atractivos es el de robótica, el chavo desde primero de primaria arma un robot que será más complejo conforme avanza de grado. También el de música, mediante el método Suzuki cada niño elige su instrumento. El 80% del día transcurre en inglés y el 20% en español. Por el momento sólo hay grupos hasta cuarto de primaria.