Esta escuela viene ampliamente recomendada por una publicidad que no se puede comprar: la de sus alumnos. Entrar a un salón es ser llevado de la mano por un niño, que sin mayor presentación te muestra con emoción de lo que es capaz esa semana. En este colegio tan pequeñito (sólo suman 62 niños en todo el plantel) todos se conocen, se hablan con confianza y “de tú”, incluyendo al personal directivo. Al mediodía, los niños hacen una pequeña pausa para convivir en un lunch comunitario y siguen trabajando a su propio ritmo. Aquí las calificaciones no son para los alumnos, quienes nunca se enteran si pasaron o no, sino para las maestras, que deben reforzar los conocimientos en donde aún hay debilidades. El sistema funciona porque el niño estará tres años conviviendo con niños más grandes o más pequeños y tarde o temprano podrá integrarse (cuando su madurez emocional y mental lo indiquen) a los conocimientos que requiere para salir de la primaria. Con todo esto, podría pensarse que los niños se atrasan en nivel académico, pero las pruebas nacionales lo contradicen: nunca han tenido problema para ser aceptados en secundarias de prestigio.

Horario: 8h00 a 14h00