¿Cómo hacer para que los niños no pierdan la infancia antes de tiempo? Parece ser la pregunta en que se basa el modelo de esta escuela, fuertemente enfocada en la integración familiar de sus alumnos. Además de las convivencias mensuales profesan lo que ellos llaman “bienestar al aprender”, que consiste en que el niño se sienta valorado y respetado en sus capacidades y su ritmo para alcanzar el conocimiento. Así, los “viernes de bienestar” los dedican primero a poner en práctica algo que hayan aprendido en forma teórica en la semana (un problema de matemáticas, por ejemplo), y luego durante dos horas a estimular la inteligencia emocional, aprendiendo a entender sus sentimientos, hablando de temas que les preocupan y desarrollando un contacto más amistoso consigo mismos por medio del reconocimiento y la autoaceptación. El resultado: niños autosuficientes, reflexivos y críticos. No hay enormes cargas de tarea ya que la intención es que disfruten de su infancia. Aunque la escuela es constructivista, toman elementos de Montessori como es el concepto de los maestros como “guías del conocimiento” y no superhéroes intocables. Su laboratorio de computación, con Mac’s de última generación, le da el toque tecnológico.

Horarios: 7:30 a 14:30 hrs.