Natasha Dupeyrón y Tessa Ia,protagonistas de La llamada, un musical de búsqueda espiritual en el que se aparece el mismo Dios cantando canciones de Whitney Houston.

En La Brújula, un campamento cristiano, la hermana Bernarda hace “milagros” para salvarlo de su desaparición; mientras, Susana y María, dos “chicas revoltosas”, hacen de las suyas… Hasta que se le aparece Dios a María.

Como todo musical, La llamada exige canciones entrañables y buenas voces. ¿Cómo se sienten al respecto, ¿cómo se sienten en su primer experiencia en el género?

Natasha. No es un musical como el Rey León o Wicked, es una obra de teatro donde cantamos temas originales y otras veces, retomamos melodías populares. No necesitas tener una supervoz para La llamada, lo que esta obra te exige es ser una buena actriz y poner toda la emoción al momento de cantar.

Tessa. Yo, por ejemplo, canto alguna canción de Maná y eso lo hace muy diferente y divertido. Seguro la gente se identificará con muchas canciones y personajes de la obra.

¿Qué dirían es lo más interesante de sus personajes?

Tessa. Que Susana valora mucho la amistad y al igual que su mejor amiga, María, está en la búsqueda de su identidad.

Natasha. Para mí, que a María se le aparezca Dios, que es el papel de Mario Pintor. ¡Lo sorpresivo es que Dios canta canciones de Whitney Houston y viste como rockero!

Entonces, ¿no es una obra para adoctrinar?

Natasha. En realidad La llamada es una “llamada” a la libertad, a creer en lo que quieras; lo que tú creas está bien y por eso mismo, respétate, quiérete y haz esas cosas que te gustan.

Tessa. Para nada es una obra proselitista; como dije, es una obra sobre la búsqueda de identidad de los personajes a través de Dios, la música o Whitney Houston.

Sor Bernarda. La actriz Laura Zapata interpreta a la madre superiora que intenta salvar el campamento.

La llamada, musical
Teatro López Tarso
Centro Cultural San Ángel
vie 20:30 h, sáb 18 y 20:30 h, dom 17 y 19:30 h
$500-$200